Centro de Arte Reina Sofía

El Mnac pide 800.000 euros para acceder a las grandes exposiciones

Serra cree que hay que regularizar la situación del museo con respecto al Prado o el Reina Sofía.

El director del MNAC, Pepe Serra, fotografiado en una de las salas del museo barcelonés.
El director del MNAC, Pepe Serra, fotografiado en una de las salas del museo barcelonés.larazon

Serra cree que hay que regularizar la situación del museo con respecto al Prado o el Reina Sofía.

El director del Mnac, Pepe Serra, ha pedido al Ministerio de Cultura que aporte al presupuesto ordinario del museo los 800.000 euros que ha dejado de dar, lo que permitiría al centro acceder a las grandes exposiciones internacionales y regularizar las adquisiciones, como hacen el Museo del Prado y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

En una entrevista concedida a Efe, Serra ha dicho que el programa del museo necesitaría «un poco más de ayuda para crecer y hacer algunos proyectos internacionales, que generan movimiento de visitantes, igual que muchos barceloneses van en AVE a Madrid a ver la exposición del Guernica o la de El Bosco».

Reconoce Serra que una de las asignaturas pendientes es «incrementar los visitantes del resto del Estado», que representan solo un 4 % del total de visitas, algo que para el director del Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac) supone una «anomalía».

El director defiende la figura de un contrato programa que diera estabilidad presupuestaria al museo a medio plazo: «Ahora estamos negociando con museos internacionales exposiciones de 2020 y no sabemos cuál será el presupuesto del Mnac el próximo año, por lo que no podemos firmar contratos».

El circuito internacional, recuerda, tiene dos mesas: «una de discusión y debate, en la que el Mnac está junto con el Reina Sofía, el Prado, el British, Filadelfia o el Metropolitan, en la que es referente para arte medieval y modernista; y otra en la que esos museos comparten exposiciones, en la que no estamos, no por falta de posibilidades, de contactos o de ganas, sino por falta de dinero».

El próximo año, el Mnac programará una gran exposición sobre Gala Dalí, gracias a «un patrocinio enorme de una compañía privada, gestionado en cuatro años».

Serra, que anda estos días con un retrovisor puesto en Sijena y otro en los palacios de la Feria de Barcelona, confiesa que en su recién inaugurado nuevo mandato podrá trabajar «con visión de quince años» e «imaginar el Mnac de 2029», algo hasta ahora insólito. El museo cerrará este año con 900.000 visitantes, una cifra que, lejos de triunfalismos, invita a su director a ser «crítico», porque sigue llegando a «poca gente» y, como equipamiento público, debería ser «socialmente más útil e influyente».

Pepe Serra sitúa el Mnac entre los tres grandes museos españoles junto con el Prado y el Reina Sofía, y para los próximos años el museo barcelonés prepara proyectos conjuntos con el Prado e intercambio de colecciones con el Reina Sofía, operaciones que podrían mejorar su conocimiento entre el público español, piensa .

En la última reunión del patronato del museo se aprobó, explica Serra, la creación de una mesa estratégica, en la que están la Generalitat, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento, para que el museo elabore unas líneas de futuro; «y en ese horizonte de 2029 el plan recoge la ampliación del museo hacia los pabellones de la feria». A falta de noticias, se tendrá que ver en qué se concreta el reciente anuncio del Ayuntamiento de restaurar uno de los pabellones de la Feria de Barcelona para albergar un espacio de exposiciones de más de 6.000 metros cuadrados, que el propio teniente de alcalde Jaume Collboni ha puesto a disposición de Mnac, Macba u otra institución museística.

Confiesa Serra que «sin una sala de exposiciones temporales, el Mnac tiene una programación muy limitada, pero además sería necesario poder contar con mayor presupuesto para exposiciones», pues ahora apenas cuenta con un millón de euros. Según Serra, en el museo «no hay espacio para seguir creciendo hacia los años 50 y 60, en la fotografía, o ampliar las colecciones permanentes medievales, que ahora están colapsadas», una situación que se produce mientras hay espacios de la Exposición Universal de 1929 vacíos.