Cataluña
El tercer sector atiende a 2,1 millones de catalanes, un 25% más que en 2007
El tercer sector ilustró ayer por qué viene reclamando insistentemente a las administraciones que «prioricen» las políticas sociales. Y lo hizo con cifras y estadísticas irrebatibles que dibujan un triste panorama como consecuencia de la crisis. Las entidades han sabido responder a las necesidades crecientes de una sociedad cada más empobrecida con el mismo número de trabajadores, ideando fórmulas para captar recursos privados cuando los públicos menguaban día a día y canalizando la solidaridad de la sociedad que se ha volcado con los colectivos más desfavorecidos. Pero no por ello esgrime de responsabilidad a la Generalitat y a los ayuntamientos de arrimar el hombro, impulsar las políticas sociales y tomar medidas para impulsar el crecimiento económico.
En un «acto de reafirmación del tercer sector», la mesa que lo representa dio a conocer los datos del Anuario 2013 de las entidades sociales que hace referencia al año 2011 y recoge algunas cifras de 2012. Desde el año 2007, cuando comenzó la crisis, hasta el año 2011, el número de personas atendidas por estas entidades había ascendido un 25 por ciento (430.000 usuarios), lo que supone que, actualmente, 2,1 millones de personas acuden a ellas en busca de algún tipo de ayuda. En estos años, los recursos públicos descendieron un 5 por ciento, un recorte que pudo compensarse con el crecimiento de las aportaciones privadas en un cinco por ciento. La implicación de la sociedad también se manifiesta en el aumento de voluntarios que sumaron 300.000 en 2011, un 23 por ciento más que en 2007. Lo que, además, permitió poder atender a más gente con un número similar de trabajadores, unos 102.000.
La Mesa del tercer sector destacó que la radiografía que aporta el Anuario 2013 pone de manifiesto que las entidades sociales han sabido resistir la crisis. Más cuando aporta al Producto Interior Bruto (PIB) un 2,8 por ciento. Pero insistió en que esta resistencia no es infinita y que los ajustes económicos y recortes comprometen seriamente el Estado de Bienestar. «Cada vez habrá más pobres, más gente en las aceras, más ricos y más distancia entre ricos y pobres y más desigualdad», auguró Àngels Guiteras, presidenta de la Mesa del tercer sector. Pidió así a las administraciones un compromiso firme con «la Cataluña social» tal y como ha demostrado la propia sociedad. «No aceptamos de ninguna manera un descenso del papel del estado de bienestar en el ámbito social», sentenció Pau Vidal, coordinador del Observatorio del tercer sector.
La consellera de Bienestar, Neus Munté, aseguró que intensificará el diálogo con las entidades ante la nueva oleada de recortes anunciados en los últimos días.
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