Trasplantes
«Hay 29 millones de donantes pero un 20% de enfermos no encuentra uno compatible»
Entrevista a Enric Carreras, director médico del registro de donantes de médula ósea de la Fundación Josep Carreras
Entrevista a Enric Carreras, director médico del registro de donantes de médula ósea de la Fundación Josep Carreras.
–Para situarnos, ¿podría explicarme qué es la leucemia? ¿En qué consiste? ¿Existen varios tipos?
–Básicamente toda leucemia consiste en que en una determinada célula de la serie blanca de la sangre, que es aquella que dará lugar a los leucocitos o glóbulos blancos, en un punto determinado de su evolución hasta llegar a esta célula, un de las células, por motivos normalmente desconocidos, se convierte en neoplásica y, como tal empieza a crecer descontroladamente. Como hay dos líneas productoras de glóbulos blancos, que son la línea mieloide y la línea linfoide, ahí tenemos una de las primeras clasificaciones. Y en función de lo precozmente que se produzca la alteración, tanto unas como las otras se conocen como agudas y crónicas. Cuanto más inmadura es esta célula, más aguda es la leucemia y cuanto más madura es esta célula, más crónica es la leucemia. Y éstos son los cuatro grandes grupos de leucemia
– ¿Cuál es su incidencia?
–Hay cerca de unos 5 mil nuevos casos en España cada año. Es aproximadamente un 110- 120 por millón de habitantes y año.
–¿Cuál es el origen de la leucemia? ¿Tiene un componente genético?
– En algunos casos, pero muy pocos, sí que existe un componente genético o hereditario. Es excepcional. Lo que sí que existen son alguns causas conocidas, como las radiaciones ionizantes e incluso algunos virus se correlacionan con el desarrollo de algunas enfermedades de este tipo como los linfomas...pero poco más sabemos. En el 95% o 99% de los casos no sabemos cuál es la causa de la leucemia.
–¿Qué tratamientos existen para combatir la enfermedad?
– Las leucemias son tan variadas que los tratamientos pueden oscilar de todo a nada, porque hay leucemias, como la linfoide crónica, que no necesitan ni ser tratadas. En el otro extremo tenemos las leucemias agudas que han de ser tratadas agresivamente. Y dentro de los tratamientos tenemos varias líneas: el clásico, que es la quimioterapia, sin la que no haríamos nada. y todas las leucemias agudas y algunas crónicas tienen que ser tratadas con quimioterapia para conseguir el control de la enfermedad, no la curación; otros fármacos también controlan la enfermedad sin curarla y son fármacos que no son quimiterápicos y estos fármacos nuevos son efectivos para la leucemias mieloide crónica, que antes siempre requería un trasplante, y la leucemia aguda promielocítica, que antes era el 100% mortal. La última línea de tratamiento son los trasplantes, que se realizan después de controlar la enfermedad con quimioterapia. Para que no reaparezca la enfermedad, en muchos casos sólo tenemos la alternativa del trasplante. Luego vienen los tratatamientos futuribles, que son terapias con células modificadas de los CAR T-Cells para que sean capaces de luchar contra su propia enfermedad. Tienen resultados iniciales aparentemente espectaculares, pero es demasiado pronto.
–¿Qué índice de supervivencia tienen los enfermos de leucemia?
– Depende mucho, pero en cifras globales podemos decir que los niños con las leucemias clásicas tienen hasta un ochenta y algo por ciento de curación y los adultos, con leucemias de alto riesgo, tienen hasta un 50-60%.
–Ustedes gestionan el Registro de Donantes de Médula Ósea en España. ¿Somos solidarios?
–Sí porque cuando a un donante le dices para donar, en nuestro país raramente te falla. No es lo mismo donar en vida que donar una vez muerto y a la gente donar en vida le da más respeto.Pero si tenemos en cuenta que a la mínima situación en la que hay un poco de promoción de la donación, hay respuesta de la población para hacerse donante y que, cuando ya es donante, nunca falla, se puede decir que somos solidarios. En este momento, en España estamos en 240 mil donantes, una cifra que en los últimos 4 años se ha duplicado.
–Sin embargo, la gente sigue siendo algo reticente a donar
–Ahí está el problema de la información. Nosotros más que campañas obsesivas para intentar hacer nuevos donantes, que se hacen donantes pero que cuando llega el momento se echan atrás porque no han sido bien informados, intentamos concienciar a la gente de la importancia de hacerse donante y el que se haga donante lo haga bien concienciado de lo que está haciendo para que luego no haya fracasos en el momento de llamarlos para una donación. En España, a diferencia de otros países, lo que se hace es informar muy bien al donante.
–¿Hay lista de espera para recibir un trasplante de médula?
– Aunque somos de los países que consiguen más donantes y de forma más rápida, es cierto que hay un pequeño porcentaje de pacientes, en torno al 20%, que cuesta encontrar donante. En el mundo hay 29 millones de donantes, pero la probabilidad de encontrar un donante compatible a un español es del 80%. Hay un 20% de personas al que no se le va a encontrar un donante aunque haya 29 millones. Si el paciente no es caucásico, el porcentaje de no encontrar donante puede aumentar.
–¿Qué probabilidades hay de rechazo en un trasplante?
–El rechazo en el trasplante de médula no es como en el de riñón o hígado. Si rechazas un riñón significa que tú rechazas el riñón y lo que hay que hacer es sacarte este riñón porque no va a funcionar. En el caso de la médula, el rechazo es al revés, quien rechaza es la médula del donante que te rechaza a ti y esto ya no lo puedes volver para atrás. Ésta es la complicación más grande y severa del trasplante, ya que, a pesar de que tiene un lado positivo porque el que la sufre tienen menos posibilidades de recaer en la enfermedad ya que tiene un efecto antitumoral claro, según el grado de rechazo el paciente puede tener problemas porque hay varios órganos que se pueden ver afectados y la bajada de defensas que comporta el tratamiento de esta complicación hace que tenga más riesgo de infecciones. Estos pacientes pueden fallecer de infecciones o de fallo de algún órgano por culpa de esta complicación.
–¿Qué porcentaje de personas trasplantadas sufre rechazo?
–El 50%, pero no quiere decir que a todos les va a ir mal. Para los que son de grado leve, esto les va a ir bien para la enfermedad, ya que el rechazo se controla con medicación y, aunque pueden tardar unos meses en tener controlado este rechazo, a la larga es un beneficio para ellos porque tienen menos riesgo de recaer. Por el contrario, los que no presentan rechazo tienen menos problemas post trasplantes pero tienen más riesgo de recaer. Finalmente, hay un grupo de pacientes para los que el rechazo es tan intenso que se cronifica, se alarga en el tiempo, vienen complicaciones y estas complicaciones, normalmente infecciosas, son las que pueden acabar con su vida. Este grupo es el pequeño grupo que va a dar más problemas. Pero el 50% inicial que le he dicho no es un problema, el problema puede ser el 20% que quede de este 50% que tendrá ese rechazo crónico agresivo, que va a ser el que puede dar problemas a ese paciente.
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