Barcelona

Junqueras habla desde la cárcel: “Esto no es justicia, es venganza”

En sendas conversaciones telefónicas Oriol Junqueras y Jordi Cuixart avisan de que “la independencia es inevitable”

Centenares de personas en la céntrica Via Laietana de Barcelona en protesta por la sentencia del procés en la que se condena a los líderes independentistas a penas de entre 9 y 13 años por un delito de sedición
Centenares de personas en la céntrica Via Laietana de Barcelona en protesta por la sentencia del procés en la que se condena a los líderes independentistas a penas de entre 9 y 13 años por un delito de sediciónlarazon

En sendas conversaciones telefónicas Oriol Junqueras y Jordi Cuixart avisan de que “la independencia es inevitable”

Cataluña vive hoy un día raro. Desde primera hora de la mañana, miles de personas ocupan el espacio de los coches en calles y carreteras para protestar contra la sentencia y han logrado alterar el orden del día de ciudades como Barcelona. La reacción a la sentencia que condena a cien años en conjunto a políticos denunciados por el “procés” ha vuelto a poner a Cataluña frente al espejo. Y lo que se refleja es una sociedad dividida. Hay ciudadanos que se han despertado esta mañana con la intención de encarar otro lunes más y otros, que han querido sumarse a las manifestaciones, marchas y concentraciones para protestar contra una sentencia que consideran política e injusta.

Todas estas personas, a mediodía, pudieron escuchar la voz de Oriol Junqueras que esta mañana, tras conocer la sentencia, grabó unas palabras a través de una llamada telefónica.

Lo primer que dijo Junqueras es que el juicio ha sido “injusto”, que la condena “es una venganza” y que los 13 años por sedición y malversación a los que ha sido condenado no cambiará sus convicciones. “No dejaremos de ser independentistas ni abandonaremos nuestras ideas”, confirmó. En la misma línea del tuit que lanzó a primera hora de la mañana, corroboró que “no quiero vivir en un Estado que persigue a demócratas, prohibe votar y protestar y encarcela por ideas políticas, quiero vivir en un Estado democrático donde votar no sea delito”. Junqueras, que admitió estar enfadado e indignado, ve venganza y voluntad de castigar al independentismo con una sentencia que cree que condena al propio Estado por ser más política que jurídica, según interpreta. Aunque comparte con Pedro Sánchez que la sentencia abre una nueva etapa, sigue pensando que la independencia es inevitable y llama a la ciudadanía a no desfallecer. El ex vicepresidente de la Generalitat considera que el fallo no va para los acusados sino para Cataluña: "Es un castigo contra todos, contra todos los que vivimos ahora y aquí, todos los que vivimos en Cataluña". “Estoy enfadado, claro, indignado. Seguro que afuera también lo estáis", y añade Junqueras que hoy existen más motivos para ser republicano e independentista y defender la justicia, la libertad y el progreso.

El mensaje de Junqueras duró poco más de un minuto, se despidió con un “Visca Cataluña”.

Jordi Cuixart también habla por teléfono

Ante la sede de Òmnium Cultural, su portavoz, Marcel Mauri desafió a la justicia al interpretar que “como ha habido un juicio político, la sentencia no la dictan los jueces, la hemos de dictar los ciudadanos”. Para animar a las personas congregadas ante la sede de Òmnium Cultural, a continuar defendiendo el derecho de autodeterminación y la amnistía de lo que consideran presos políticos, Mauri reprodujo unas palabras grabadas esta misma mañana por teléfono de Jordi Cuixart.

“Estimada familia”, dijo, en nombre de todos los que estamos en prisión avanzó que una sentencia que consideran injusta y represiva no les hará dar un paso atrás. Reivindicó que “tenemos todo el derecho del mundo de querer un Estado más justo” y subrayó que “no nos sentimos más culpables” tras escuchar el veredicto de los jueces. Admitió que la sentencia abre una nueva etapa para el independentismo y animó a la ciudadanía a “no desfallecer y a seguir defendiendo la amnistía y el derecho de autodeterminación”.

Tanto Junqueras como Cuixart apelan al diálogo.