Elecciones catalanas
JxCat flirtea con la implementación de la república para contentar a la CUP
Turull deja entrever que se aplicará el resultado del 1-O tras revelar que ya han iniciado contactos con ERC y los cuperos
Turull deja entrever que se aplicará el resultado del 1-O tras revelar que ya han iniciado contactos con ERC y los cuperos.
Nueva legislatura, mismos problemas. Pese a que el independentismo revalidó la mayoría parlamentaria, JxCat y ERC volverán a estar sometidos a las exigencias de la CUP, que ya ha avisado que no va a aceptar ningún regreso al autonomismo y condicionan su apoyo durante el mandato a que se inicie la construcción de la república. JxCat, la candidatura de Carles Puigdemont, que ha iniciado ya los contactos con las dos fuerzas independentistas para conseguir los avales para la investidura, imprimió ayer mayor ambición a su discurso y flirteó con la implementación de la república. Hasta ahora, en campaña, la plataforma de Puigdemont se había limitado a fijar su objetivo en restaurar el Governcesado por la aplicación del artículo 155 y recuperar el marco institucional previo, sin dar muchas alas a regresar a la vías unilaterales y abogando por el diálogo con el Estado «sin condiciones».
Sin embargo, los resultados electorales obligarán a JxCat a apoyarse en la CUP, que exige más y por el momento, ayer arrancó el primer guiño de uno de los hombres de máxima confianza de Puigdemont, Jordi Turull. El ex conseller de presidencia, en una entrevista en Catalunya Ràdio, aseguró que la idea es implementar los resultados del simulacro de referéndum del 1-O y del 21-D para empezar a construir república, aunque siempre con el ojo puesto en la capacidad «represiva» del Estado.
Aunque hayan arrancado las negociaciones entre las tres formaciones –lo único aparentemente consensuado es que la presidencia del Parlament recaerá de nuevo en Carme Forcadell–, todavía queda por resolver la principal incógnita: el regreso de Puigdemont. Turull ayer no lo aclaró y abonó más dudas sobre su retorno al contemplar una investidura vía telemática y tratar de echar balones fuera desplazando todo el peso de la decisión al Estado: «La presión se tiene que poner sobre el Estado después de que quedara desautorizado con el resultado de las elecciones». Mientras tanto, Eduard Pujol, diputado electo de JxCat, tampoco lo garantizó y se limitó a dar esperanzas: «Es un presidente que cumple con su palabra y lo ha demostrado».
Si bien, Pujol puso el freno y aseguró que no van a fijar calendarios para configurar un nuevo Govern. «Las conversaciones las vamos a hacer a fuego lento o sin ninguna prisa para hacer las cosas bien», avanzó. De esta manera, pese a la victoria balsámica del bloque independentista en las elecciones del pasado jueves, los problemas y las reticencias siguen existiendo. En todo caso, tendrán hasta finales de marzo o principios de abril para lograr encontrar una solución.
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