Alumnos

La Generalitat admite que la prueba de matemáticas se debería repetir

La Razón
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Las pruebas de acceso a la universidad (PAU), la selectividad, de este año estuvieron plagadas de defectos, lo que incluso provocó que el Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC), dependiente de la Generalitat, abriera un expediente informativo.

Debido a estos errores, el examen de matemáticas de la selectividad, que fue el que especialmente creó más confusión y protestas entre los estudiantes, se debería poder repetir, según consideró ayer el Govern. La decisión tiene que ser finalmente aprobada por la comisión coordinadora de la PAU.

El secretario de Universidades, Antoni Castellà, indicó ayer que la Generalitat considera que se debe repetir el examen de forma voluntaria por aquellos alumnos que así lo vean conveniente, una vez conozcan la nota obtenida en la selectividad, el día 28 de este mes. El Govern así lo ha propuesto a la comisión coordinadora de las PAU, compuesta por representantes de las universidades y que deberá decidir si finalmente se repite la prueba de matemáticas.

Alumnos confusos

La prueba planteó un problema con una triple ecuación en cuyo enunciado figuraba una «z» en vez de una «x», lo que creó gran confusión entre los alumnos. Castellà precisó que, del expediente abierto a raíz de lo que sucedió en el citado examen, se constató que el origen de la incidencia se debió a un «error humano» por la contradicción entre el enunciado del examen y las pautas de corrección del mismo.

Ni la persona que elaboró el examen ni los dos profesores –uno de bachillerato y otro de una universidad– que lo revisaron detectaron la discrepancia entre el enunciado y las pautas de resolución del mismo. Fue después de iniciarse el examen, el 12 de junio, cuando se recibieron una docena de llamadas de diferentes tribunales examinadores que constataron estos fallos.

La petición de que se repita el examen se basa en el hecho de que no existe «prueba fehaciente de que la comunicación a los alumnos llegara a todos los tribunales y aulas en el mismo espacio de tiempo, y no hubo una instrucción concreta de dar más tiempo» para la resolución del control, indicó Castellà.

Algunos tribunales examinadores concedieron un cuarto de hora más para la finalización de la prueba de matemáticas y otros sólo alertaron de la incidencia. Otra de las conclusiones del expediente es que los sistemas previstos de control «se han mostrado deficientes para detectar un error» como el que se produjo y que el protocolo existente para la resolución de incidencias durante la prueba «se ha mostrado poco adecuado».