Arquitectura
Las Ramblas buscan el mar
El Ayuntamiento presenta la reforma de la popular avenida con una inversión de 37 millones. El proyecto prevé ampliar las aceras laterales y el paseo central. La circulación quedará restringida a un carril por cada lado
El proyecto de reforma de la Rambla comienza a tomar forma y ayer se presentó con mucha expectación en el Liceo. El proyecto,realizado por el equipo km-Zero y liderado por la arquitecta y ex concejal de Ciutat Vella Itziar González, pretende dar más protagonismo a los peatones y al carácter cultural de la avenida, además de reivindicar los equipamientos situados en el paseo.
El proyecto de reforma de la Rambla comienza a tomar forma y ayer se presentó con mucha expectación en el Liceo. El proyecto,realizado por el equipo km-Zero y liderado por la arquitecta y ex concejal de Ciutat Vella Itziar González, pretende dar más protagonismo a los peatones y al carácter cultural de la avenida, además de reivindicar los equipamientos situados en el paseo. Para hacerlo posible la presencia de los coches pasará a ser testimonial y se limitará a un único carril a cada lado, se reubicarán los quioscos y se crearán tres zonas de descanso como si de plazas se tratarán: ara invitar a la estancia como si se trataran de plazas. El Ayuntamiento ha previsto que las obras se puedan iniciar entre finales de 2019 y principios de 2020, tras redactar el proyecto ejecutivo. La inversión para toda la actuación será de 35,6 millones de euros.
La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, aseguró -durante la presentación del proyecto- que la voluntad municipal es que la Rambla sea “más cultural y se abra al mar”. Itziar Fonzález, por su parte, abogó porque el paseo se “convierta en un lugar tranquilo” y que invite a los ciudadanos a quedarse.
Así las cosas, la Rambla, con una longitud de 1,2 km, ampliará las aceras. Para ello, el Ayuntamiento ha previsto que los carriles de circulación pierdan anchura y pasen a tener 3,5 metros para las líneas de autobús, los vehículos de servicio y los vecinos. El tramo central será mayor que el actual y ganará espacio a ambos lados. La anchura de la acera central, elevada sobre el paso de los coches, será variable en todo el paseo y oscilará entre los 11 y los 30 metros. Las aceras de ambos lados también estarán elevadas como hasta ahora.
Las áreas de carga y descarga se situarán junto a las aceras y vendrán señalizadas con un cordón en la calzada iluminado por LED que indicará las plazas disponibles. Los transportistas podrán descargar las mercancías en una franja horaria determinada y fuera de estas horas el espacio estará destinado al peatón.
La reforma también prevé remodelar todo el pavimento del paseo y que sea el mismo de un lado a otro de la calle. De esta manera, toda la superficie quedará unificada con adoquines de pequeño formato. Ahora bien, se han previsto superficies específicas en espacios que se consideran especiales dentro de la calle. Para ganar espacio, se ha decidido retirar las cabinas de teléfono que aún quedan. Además se minimizarán o se sacarán de la vía los armarios que esconden el cableado de las instalaciones.
El proyecto de urbanización ha previsto que haya tres grandes espacios diferenciados en el paseo que invitan a la contemplación por su proximidad con edificios singulares. Estos espacios serán Moja-Belén (Entre el Palau Moja y la iglesia de Belén; el pla de l’Os, frente al Liceo; y el espacio del teatre Principal. Para invitar a la estancia del peatón se multiplicará el número de sillas que hay actualmente y se pasará de 64 a 113. También se ampliarán los bancos de sentarse de 10 a 34. Una de las actuaciones más vistosas será la agrupación de el arbolado, que formará dos grandes áreas verdes situadas al final del paseo. Justo este punto se quiere convertir en la puerta de entrada al mar.
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