Barcelona

Los comerciantes exigen a Colau menos «buenismo» y mano dura con los manteros

PP y CiU reclaman una reunión «urgente» de la Comisión de Seguridad en el Ayuntamiento

PP Y CiU piden una comisión para debatir la gestión del ‘top manta’
PP Y CiU piden una comisión para debatir la gestión del ‘top manta’larazon

La muerte de Mor Sylla –el mantero senegalés que falleció mientras huía de una operación policial contra la venta ilegal– el pasado 11 de agosto en Salou y la tensión vivida por los disturbios que se ocasionaron como consecuancia, reabrieron de nuevo un debate como es el del «top manta» que salta a la palestra cada verano.

Con la versión de los Mossos puesta en duda por varios testigos, que llegaron a culpar directamente a los agentes del fallecimiento de Sylla, las declaraciones de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau en TV3, sobre el fenómeno de la venta ilegal incendiaron aún más los ánimos. «La solución contra el ‘top manta’ no es policial», defendió y se afanó en repetir que el Ayuntamiento «no ha dado ninguna orden a la Guardia Urbana para rebajar la presión» contra las personas que se dedican a esta actividad. Una idea que repitió en una segunda aparición televisiva. Esta vez, sumó a su discurso la propuesta de acoger a los manteros que ejercen de forma involuntaria dentro de proyectos sociales, como la recogida de chatarra.

Un «buenismo social» que para el secretario general de la Confederación de Comercio de Cataluña, Miguel Ángel Fraile, «no está ayudando a las personas que venden de forma ilegal en las calles, sino agravando las condiciones en las que viven». «No podemos permitir la venta ilegal detrás de la cual sólo hay mafias», declaró ayer en una entrevista en la televisión pública catalana.

Según el último informe de la Confederación de Comercio de Cataluña, se ha detectado un repunte del fenómeno ‘top manta’ este verano, con «más de 2.000 manteros identificados desde la Junquera hasta Tortosa, cuya actividad supone un volumen de ventas de más de un millón de euros». Un problema que afecta negativamente no sólo al pequeño comercio, sino también a «la imagen de una ciudad inundada de mantas que llegan a poner en riesgo la seguridad de algunas zonas como las estaciones de metro», criticó Fraile.

Ahora, lo que esperan, es que el Consistorio tome cartas en el asunto y abandonen «el doble discurso en el que está instalada la alcaldesa». Según el representante de los comerciantes, Colau se niega ha admitir que la respuesta del Consistorio contra esta actividad sea laxa, mientras ha limitado las horas extras de la Guardia Urbana, lo que impide dispositivos específicos como los destinados a combatir la venta ambulante.

«Coincidimos en que hay que buscar una solución social pero no por ello se debe bajar la presión, porque lo que frena el fenómeno es requisar la mercancía y no se está haciendo», declaró Miguel Ángel Fraile, que ya ha pedido una reunión con el ejecutivo de Colau para demandar una respuesta más contundente.

En la misma línea se mostró ayer el líder de los populares en Barcelona, Alberto Fernández, al pedir una comisión extraordinaria para debatir «los problemas de permisividad del gobierno municipal con el ‘top manta’», por lo que pide su reprobación.

Los convergentes, «con el soporte de la Guardia Urbana y el comercio de proximidad», también pidieron la celebración de esta comisión, con el objetivo de «demandar una política clara y un plan urgente» para hacer frente a esta problemática.