Los empresarios dan un nuevo portazo al plan secesionista de Mas

Al presidente de la Generalitat se le siguen resistiendo los grandes empresarios. A la misma hora que ayer Artur Mas comenzaba su intervención inicial en el debate de política general, la junta directiva de Fomento del Trabajo se reunía para discutir si daba apoyo a la aventura secesionista del president. La mayor patronal catalana debatía si aceptaba entrar en el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir como han hecho otras organizaciones, pero los grandes empresarios siguen apostando por reivindicar el pacto fiscal y recetar diálogo entre las administraciones por el bien de todos.

Ayer los equilibrios que tiene que hacer Fomento entre sus distintos asociados –no defienden lo mismo las grandes empresarios que las pymes– se hicieron más evidentes que nunca porque rechazaron entrar en el Pacto, pero decidieron aceptar el documento sobre el derecho a decidir redactado por el ex presidente del Parlament, Joan Rigol, con el que el Govern quiere implicar a la ciudadanía en la petición de la consulta. Se puede ver como una de cal y otra de arena para Mas, aunque diversas fuentes consultadas señalaron a LA RAZÓN que el texto de Rigol tiene un perfil muy bajo y, sobre todo, es una llamada al diálogo.

Dicho documento obvia términos controvertidos como «estado propio» o incluso la misma «consulta», que promueve el Govern de la mano de ERC para 2014, en busca de mayores consensos para presionar al Ejecutivo. Sí señala que «toda nación tiene derecho a decidir su futuro político» y urge a que se establezca el diálogo con el Estado para «encontrar las condiciones legales para ejercer este derecho a decidir».

La junta directiva de la patronal apenas tardó un cuarto de hora en desmarcarse del Pacto por el Derecho a Decidir porque es «una plataforma de acción política, cuya actividad se aleja de las funciones de Fomento como organización empresarial y los compromisos de representación de sus asociados». Un centenar de empresarios se reunió en la sede de Vía Laietana de Barcelona para escuchar la intervención de su presidente, Joaquim Gay de Montellà, que sólo tuvo una réplica. Tomó la palabra el presidente de la Unió Patronal Metalúrgica (UPM), Josep Maria Pujol Artigas, para incidir en un punto del documento de Rigol que destaca el «diálogo institucional» y la necesidad de aplicarse en esa dirección. Se incluyó en el texto.

Progreso económico

Fuentes de Fomento quisieron resaltar que el acuerdo fue tomado por unanimidad, con lo que se quieren cerrar las diferencias entre las grandes corporaciones y los afiliados más pequeños que representa. La patronal, a través de un comunicado, apuntó «la voluntad de limitar» su actividad a «los intereses del colectivo que representa para contribuir al progreso económico y social de Cataluña». Añadió que, «coherente con la trayectoria histórica» que ha tenido hasta ahora, su apuesta pasa por reivindicar el pacto fiscal y el diálogo institucional «como instrumentos óptimos para construir un marco estable de convivencia». También defienden los empresarios que el documento elaborado por el ex presidente del Parlament pide establecer «un diálogo con las instituciones del Estado para encontrar las condiciones legales para el ejercicio de este derecho a decidir».

La posición de la mayor patronal catalana supone un nuevo golpe para el Govern, cuyo intento más evidente para atraerla hacia sus planes soberanistas es el propio texto de Rigol. Con el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, Mas busca enrolar a la sociedad civil y las distintas asociaciones de la misma manera que busca el apoyo del PSC en la consulta. El Pacto Nacional fue constituido el 26 de junio y ya entonces faltó Fomento del Trabajo. Sí mostraron su apoyo asociaciones empresariales como Pimec o el Consejo de Cámaras. Volver a convocar una reunión sin los grandes empresarios supone un grave desgaste para el president.