Cataluña

Los independentistas presionan para que la consulta sea en 2014

La Razón
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Carme Forcadell fue reelegida ayer presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) por los 75 miembros del denominado secretariado nacional que resultaron electos en unas votaciones celebradas el 8 de junio. En sus primeras declaraciones tras la reelección, Forcadell afirmó que la consulta independentista «se tiene que celebrar en 2014, porque así lo quieren la mayoría de catalanes».

Forcadell, que fue uno de las principales artífices de la manifestación del pasado 11 de septiembre, ahora quiere marcar la agenda de la vía separatista emprendida por Mas con el respaldo de ERC. Tras la manifestación independentista, fue recibida por el presidente de la Generalitat en Palau para agradecer la convocatoria.

El caso de Escocia

La presidenta del ANC exigió la consulta para el año que viene y elogió las declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, que se mostró favorable a que «cualquier pueblo pueda decidir su futuro», en referencia a Cataluña y a la consulta que se celebrará el próximo año en Escocia sobre la posibilidad de independizarse del Reino Unido. La líder de ANC denunció que «en estos momentos España no es un país democrático, porque si lo fuera sería como el Reino Unido, que ha permitido la consulta sobre la independencia de Escocia». También criticó al Gobierno por el hecho de «ampararse en la Constitución por no querer escuchar la voz del pueblo catalán».

En el plenario fueron nombrados también los demás cargos orgánicos de la ANC, Jaume Marfany como nuevo vicepresidente, Jordi Martínez como secretario de la Asamblea, y Oriol Sallas como nuevo tesorero.

Pese a la reelección al frente de la ANC de Forcadell, la división sigue patente en esta asociación. Ante las tensiones internas, tuvieron que aplazar las elecciones al secretariado que tenían que celebrarse el 11 de mayo. En juego estaba el control de un movimiento que pretende marcar la agenda soberanista del gobierno catalán y en el que las polémicas se abrieron tras el acto fundacional en el Palau Sant Jordi. Unas 7.000 personas acudieron al Sant Jordi, donde se dejaron ver algunos políticos, como el presidente de ERC, Oriol Junqueras. Pero meses después empezaron las rencillas y no tardaron en llegar los expedientes internos y las sanciones por un acto que costó más de 123.000 euros y por el que la ACN ingresó apenas 47.000. Entonces, el sector crítico se puso en pie de guerra.