Pintura

Los maestros aman el azul

La Blueproject Foundation cumple cinco años con obras de Warhol, Basquiat o Yves Klein

Obras donde abandonarse durante horas. Dos personas frente a dos de las obras de la exposición que demuestra cómo leen inmensidad y vida y tranquilidad y cielo y afirmación y la primera letra del alfabeto y la realidad / Foto: Efe
Obras donde abandonarse durante horas. Dos personas frente a dos de las obras de la exposición que demuestra cómo leen inmensidad y vida y tranquilidad y cielo y afirmación y la primera letra del alfabeto y la realidad / Foto: Efelarazon

La Blueproject Foundation cumple cinco años con obras de Warhol, Basquiat o Yves Klein

En una escuela de educación infantil en Sheffield, bajo la supervisión de la universidad, se prohibió a los niños de cinco años pintar con el azul. Lo primero que hicieron los chavales fue dibujar los rios y el mar con verde, pero sólo fue algo pasajero. Al cabo de dos días ya no dibujaban ríos ni mares. Lo mismo ocurrió con el cielo. Lo curioso es que pronto el desajuste fue global y los rostros se convirtieron en rojos hasta que dejaron de dibujar rostros y los árboles se volvieron amarillos hasta que también dejaron de dibujar árboles. Y así, a los cinco días, los niños no querían dibujar, pues habian perdido toda referencia a lo que significaban las formas y sus colores y no encontraban sentido a aquello. Y ésto sólo ocurrió con el azul. Se había prohibido en otras clases pintar en amarillo, en rojo, en verde, y todos sí encontraron sustitutivos. Algo tiene el azul que provoca una sensación global e ntegradora de la realidad. Si lo sustituyes, algún resorte se rompe y ya es imposible unir fantasía y realidad.

Cuando a los se les devolvió el azul, el grito de entusiasmo fue tal que parecía que habían descubierto el fuego. Su énfasis y excitación fue tal que ni la profesora pudo impedir que empezasen a pintar en todas partes, en el suelo, las paredes, el techo, los muebles. El azul es el amo de esa zona del cerebro que convierte el amor en arte y el arte en el amor, une a los hombres al mundo para lanzarlos muy lejos de allí.

Prueba de ello es la galería Blueproject Foundation, que celebra cinco años con la exposición que les dio a conocer y que ayuda a entender el por qué de su nombre, una muestra con obras con el azul como único protagonista de gente de la talla de Andy Warhol, Yves Klein o Jean-Michel Basquiat. «Amor, amor, las nubes a la torre del cielo subieron como triunfantes lavanderas, y todo ardió en azul, todo fue estrella: el mar, la nave, el día se desterraron juntos», escribía Pablo Neruda en uno de sus sonetos, algo que esta exposición demuestra de sobra.

Para Vanessa Salvi, directora y fundadora del espacio, el azul es «el color de la calma y el silencio», pero es mucho más que eso, es el color que va de la idea a la expresión de esa idea, es, en difinitiva, el color de la interpretación, el color de la pintura, el color de la vida misma, como se demuestra en el cuadro de Daniel Buren que incluye la muestra, única novedad, junto a otro lienzo de Yves Klein, de la exposición original de hace cinco años. «Doy gracias señor, por este día extraordinario, por el azul soñador del cielo y por todo lo que es natural, que es infinito, que es sí», escribía E. E. Cummings, con toda la razón del mundo. EL azul es es color del ¡sí!

A diferencia de la primera exposición, en esta ocasión existe un diálogo entre las obras de arte en que dos cuadros de Andy Warhol aparecen flanqueados por piezas de Howard Hodgkin y un cuadro de gran formato de Jean-Michel Basquiat conversa de forma directa con un teatrillo de Lucio Fontana. Si bien en la primera exposición se podía ver una escultura de mapa mundi del artista Yves Klein, en esta ocasión figura una escultura de la «Venus Bleue» del mismo artista, además de la pieza lumínica «Optical Fiber. White and Blue», de Daniel Buren.

El color del ojo sincero

Vicent Van Gogh solía decir que no hay azul sin amarillo y sin naranja, lo que demuestra su disfunción cognitiva, porque lo que en realidad debería haber dicho es que no existe ni amarillo, ni naranza, ni ningún otro color sin el azul. El azul es el que define al resto y los da certeza y realidad. La exposición lo demuestra con creces. Comisariada por Renato Della Poeta, Pedro Torres y Cristina López, contiene hasta once obras, ocho de las cuales procedentes de colección de Carlo Salvi. «El azul es el invisible que se hace visible», rememoraba siempre Klein, porque el azul es ese color que permite que la expresión exista. Gracias, azul.

Dónde: The Blueproject Foundation, C/ de la Princesa, 57.

Cuándo: Hasta el 5 de noviembre.

Cuánto: entrada libre.

Tel: 932 683 867 .