El desafío independentista
Mas cesa a su «embajador» en Bruselas, de la órbita del PP
El president nombrará sustituto a Pere Puig, de perfil soberanista, para contentar a Esquerra
Artur Mas borró ayer uno de los últimos rastros que quedaba de la antigua influencia del PP en la Generalitat. El presidente de la Generalitat cesó a Juan Prat como delegado en Bruselas y, de esta manera, satisfizo a ERC, que criticó desde el primer día este nombramiento por pertenecer a la órbita popular. Mas designará en los próximos días a Pere Puig –alto funcionario de la Comisión Europea– como sustituto de Prat con una idea muy clara: el «embajador» de la Generalitat en Bruselas debe tener un perfil soberanista porque así lo exige el proceso de autodeterminación y así lo reclaman sus socios de ERC.
Prat, una figura con una larga trayectoria diplomática, ha ejercido como delegado en Bruselas durante dos años, desde que fue nombrado en 2011. Su designación se produjo al principio del primer mandato de Mas, cuando el presidente se apoyaba en el PP para sacar adelante los presupuestos y Alicia Sánchez-Camacho reclamaba poner fin al «delirio de las embajadas». Mas tuvo que realizar alguna concesión al PP en ese tiempo y accedió a suprimir una de sus delegaciones (Buenos Aires) y a nombrar a un diplomático como Prat, un hombre que ha evitado dar cuerda al discurso independentista durante su etapa al frente de la «embajada» de Bruselas.
La alianza de CiU y ERC ha puesto fin a la carrera de Prat en la Generalitat, algo que no era de extrañar porque el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ya criticó su nombramiento. «Esta designación no es adecuada. En Cataluña hay otra mucha gente que tiene un perfil mejor para hacer esta tarea», dijo Junqueras en el año 2011.
Una política errática
Su cese abre la puerta a Pere Puig, que actualmente era jefe de unidad de la Comisión Europea en el área de sociedad de la información. La intención del presidente de la Generalitat es trasladar al corazón de Europa la reivindicación de la autodeterminación de Cataluña. Hasta el momento, el Govern no se ha podido apuntar ningún tanto a nivel internacional para dar alas a un proceso cuyo desenlace es completamente incierto a estas alturas.
Mas planea potenciar y protagonizar la acción exterior de la Generalitat en esta legislatura. Una de sus primeras maniobras fue reforzar políticamente la actividad paradiplomática, dejando parte de su responsabilidad en manos de su mano derecha en el Govern, el consejero de Presidencia, Francesc Homs.
La Generalitat estudia incrementar su presencia en el exterior durante los próximos años para extender sus tentáculos por todo el mundo. Actualmente, cuenta con cinco «embajadas» (Bruselas, París, Londres, Berlín y Nueva York) y 34 oficinas comerciales. «De ninguna manera se nos ha pasado por la cabeza reducirlas o eliminarlas. Más bien, lo contrario, tendremos que potenciarla», afirmó recientemente el presidente catalán.
En paralelo, la Generalitat busca tejer una red de embajadores «informales», es decir una estructura formada por catalanes que viven en el extranjero y tienen cierta capacidad de influencia. Léase científicos, economistas, pensadores, médicos e incluso deportistas.
El Govern medita una querella contra Ibarra por comparar a Mas con Hitler
La Generalitat estudia querellarse contra Juan Carlos Rodríguez Ibarra, por unas declaraciones en las que implícitamente comparaba al Parlament de Cataluña y a Artur Mas con el golpismo y la estrategia de Hitler, mientras que la Junta de Extremadura está dispuesta a defender jurídicamente al expresidente. «Últimamente se están diciendo muchas barbaridades, y da una sensación de intolerancia creciente», afirmó Mas. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, por su parte, pidió que Rodríguez Ibarra dimita como miembro del Consejo de Estado.
El arte de la diplomacia: de hombre de Aznar a delegado de Mas
Juan Prat/ ex delegado en Bruselas
Juan Prat Coll (Barcelona, 1942) ingresó en la escuela diplomática en 1968 y en 1986 fue el jefe de gabinete de Abel Matutes, un dirigente del PP que estuvo en la Comisión Europea antes de ser nombrado ministro por José María Aznar. Tras una larga época en la Comisión Europea, Aznar reclamó a Prat para ser embajador de España ante la OTAN en 2000. Vivió en primera persona el pulso diplomático por la guerra de Irak y luego ocupó otros cargos diplomáticos de menor rango con el PSOE antes de convertirse en un hombre de Artur Mas.
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