Barcelona
Mas suspende la cita anticrisis, hostigado por la oposición
Alega «intereses partidistas» para desconvocar un encuentro en el que no había visos de acuerdo
Con el pretexto de que no había un clima favorable para llegar a acuerdos por culpa de los intereses partidistas, Artur Mas desconvocó ayer la cumbre económica y social para luchar contra la crisis prevista para mañana en el Palau de Pedralbes. El president de la Generalitat, que un día antes había amenazado con suspender el encuentro «si prima el interés partidista», confirmó la noticia en una conversación informal con los periodistas en los pasillos del Parlament de Cataluña.
Antes, se reunió con el primer secretario del PSC, Pere Navarro, que fue quien propuso la reunión, durante la campaña electoral. Mas sólo hizo que formalizar la petición del PSC después del debate de investidura. También avanzó la decisión a su socio, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, con quien intercambió cuatro palabras, igual que con los periodistas, fuera del hemiciclo, mientras en el pleno se tomaban decisiones como el cierre de colegios en Terrassa y Cerdanyola o más recortes salariales a los funcionarios. El resto de partidos se enteró por la Prensa.
Al suspender la cita, Mas pretendía evitar un nuevo fracaso. La cumbre anticrisis de 2011 fue tal desengaño que, antes de que el presidente de la Generalitat anulara el encuentro, los agentes sociales, vista la experiencia de hace dos años, decidieron no participar porque consideraban la cita como una pérdida de tiempo.
Otros que tampoco iban a participar eran los sindicatos y las patronales. Mas alegó que habían declinado su invitación, pero unos y otros replicaron que no habían sido invitados. A este malestar faltaba sumar el rifirrafe político. ICV estaba molesta porque los agentes sociales no participaran en el encuentro. E igual que el PP, el miércoles, pidió a Mas que aplazara la cita, como mínimo hasta que el gobierno catalán tuviera listos los presupuestos de 2013.
Con este mar de fondo, Mas tiró la toalla. Después de escuchar las críticas de la oposición a la cumbre, especialmente porque se convoca antes de que la Generalitat haya presentado los presupuestos, Mas suspendió la cita porque ve imposible que se puedan llegar a acuerdos de fondo y transversales. Pero, sobre todo, porque temía que se convirtiera en un «pim, pam, pum» político.
El president lamentó que los partidos hayan caído en una dinámica de partidismo. Pero desde el PSC, Navarro le acusó de no creerse la cumbre anticrisis porque sólo tiene ojos para el proceso soberanista. El miércoles, el Govern envió a los partidos un documento de trabajo, en el que se apostaba por visualizar un frente común contra el límite de déficit del 0,7 por ciento, motivo por el que el PP pidió la suspensión. La oposición reclamaba que el encuentro no se limitara a esta cuestión. Navarro defendió que el PSC había pedido mantener becas comedor o un plan de choque contra el paro, por ejemplo. La falta de entendimiento entre CiU y el PSC, sobre todo, empujó a Mas a suspender la cita.