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Pasear por Nueva York

Elba publica las crónicas periodísticas escritas por Djuna Barnes sobre la gran manzana

Una imagen de Djuna Barnes, la escritora que supo mirar Nueva York con detalle
Una imagen de Djuna Barnes, la escritora que supo mirar Nueva York con detallelarazon

Elba publica las crónicas periodísticas escritas por Djuna Barnes sobre la gran manzana.

Se ha escrito mucho sobre Nueva York y en ocasiones desde una perspectiva que poco tiene que ver con la realidad. Por eso merece la pena acercarse a la ciudad de los rascacielos, desde una perspectiva literaria, cuando escribe sobre ella alguna voz única, lúcida, que tiene la perspectiva suficiente como para invitar al lector a viajar. Eso es lo que ocurre con «Mi Nueva York 1913-1919», que nos recupera la necesaria voz de Djuna Barnes de la mano de Elba.

La escritora fue una de las principales testigos de la llegada de las vanguardias artísticas al París por el que se paseaban James Joyce, Ernest Hemingway, Gertrude Stein o Francis Scott Fitzgerald mientras Picasso, Matisse y Braque hacían en pintura lo que los genios citados hacían con la literatura. Pero que a Barnes le interesara la cultura fue también consecuencia de haber nacido en 1892 en el seno de una colonia de artistas, Conwall-on-Hudson, situada al norte de Nueva York. Su firma se convirtió en una de las habituales de diarios como «The Brookilyn Daily Eagle» donde se dio a conocer tanto como reportera como ilustradora. Tras permanecer en Europa por espacio de dos décadas, donde fue la interlocutora de Joyce o Ezra Pound, volvió a Greenwich Village donde vivió hasta su muerte ocurrida en 1982.

Lo que nos propone este «Mi Nueva York 1913-1919» un paseo por la ciudad, por sus gentes. son textos que la autora dio a conocer entre junio de 1913 y febrero de 1919 en revistas y diarios como «Pearson's Magazine», «Sunday Magazine» o «New York Tribune», entr otros. Pero Barnes no quiere a los grandes nombres sino a aquellas personas que hacen el día a día de la ciudad estadounidense. Es un recorrido que se aleja de los tópicos para darnos la perspectiva más humana de Nueva York. Son viñetas de la vida cotidiana que nos han permitido rescatar para siempre del anonimato a pequeños héroes que formaron parte de la ciudad con sus luces y sus sombras. Son personajes basados en la realidad, aunque está se disfrace de nombres tan surrealistas o divertidos como el del curioso dentista Anestesio Indoloro.

La autora nos permite también colarnos en un combate de boxeo en compañía de sus hermanas, en el Brown's Athletic Club en Far Rockaway. También podemos descubrir con sorpresa que la comisaria adjunta de la Policía era escritora de poesía.

Pero no solamente hay gentes entre las páginas escritas por Djuna Barnes. También surgen sabores y aromas, como los gofres y té de la Wuinta Avenida, donde el mejor ocio es el de consumir té con pastas. Es aquí donde la autora rememora que el poeta irlandés William Butler Yeats, sentado en uno de estos salones en los que se podían degustar pastas, al asomarse a la ventana «sintió el olor de los pepinillos y las salchichas de Frankfurt que venía de la calle en el corazón de un mediodía de verano».

Divertida, irónica, incluso melancólica, la mirada de Djuna Barnes nos devuelve una ciudad que ya no existe, en la que algunas mujeres excéntricas llegaban a fumar más de cine cigarrillos al día.