Siete de cada diez profesores han sufrido agresiones en las aulas

La Generalitat contabiliza 11 casos delictivos en la última década. Los ataques físicos afectan al 20%

Siete de cada 10 trabajadores de centros educativos de Cataluña han sufrido algún tipo de agresión, física o verbal, a lo largo de su vida laboral. Concretamente, un 69,8 por ciento de los docentes que ha contestado una encuesta realizada por el sindicato USTEC reconoció haber padecido algún tipo de agresión ya sea física, verbal o amenaza a lo largo de su vida profesional en escuelas públicas de Cataluña. El resultado de la encuesta, en la que han participado 809 docentes y personal de apoyo de centros educativos de toda Cataluña, fue presentada ayer en rueda de prensa en Barcelona por Xavier Díez, miembro de la secretaría de Política Educativa de USTEC, y por el portavoz del sindicato, Ramon Font.

Las agresiones físicas pueden llegar a afectar al 20 por ciento del total de profesionales que considera que han padecido alguna agresión, aunque sólo un 4,5 por ciento cree que en su centro ocurre a menudo o muy a menudo, «lo que lleva a pensar que se producen en momentos puntuales de la vida laboral», indicó Díez.

Ambos representantes sindicales destacaron que del resultado de la encuesta se deduce que la «segregación escolar» por razones socioeconómicas «es uno de los principales factores de riesgo que potencien las agresiones», al darse una diferencia de 22 puntos entre Barcelona ciudad (79 por ciento de los encuestados aseguran haber sufrido una agresión) y las comarcas de Lleida (57 por ciento). «La escuela concertada segrega incluso en barrios pobres, como Roquetes», en el distrito de Nou Barris, de Barcelona,afirma Font.

El portavoz de USTEC añadió que entender este factor socioeconómico «daría la razón a las personas encuestadas que ven como principal causa de las agresiones (97,7 por ciento) las dificultades de las familias para educar a los hijos y su situación personal». Los datos de la encuesta indican que en los centros públicos catalanes existe una violencia de baja intensidad, como faltas de consideración o respeto, más cotidiana, y otra, de alta intensidad, como las agresiones físicas, que es esporádica.

Las agresiones más graves, las físicas, se dan, según el estudio, con más frecuencia en Primaria (47 por ciento) y las de baja intensidad, en Secundaria (49 por ciento). Las de Primaria provienen en un 57 por ciento de los casos de las familias, y las de la ESO de los alumnos en un 58 por ciento.

Destaca el dato del 13 por ciento de docentes que agreden verbalmente o con un trato denigrante a otros maestros, «hecho que parece tener mucho que ver con las relaciones de poder en unos claustros crecientemente jerarquizados», argumenta el sindicato. Los encuestados afirman que el apoyo recibido por parte de la administración cuando se han visto inmersos en una situación de agresión es nulo o muy nulo (66,4 por ciento), mientras que el 53,8 por ciento considera que la dirección del centro en el que trabajan les ha apoyado.

Un 94,7 por ciento de los docentes consultados opina que las agresiones elevan el nivel de estrés y ansiedad entre el personal de las escuelas e institutos y que este hecho acaba produciendo bajas laborales, según un 60 por ciento de los encuestados.