Exposición
Tàpies, a pesar de todo
La Fundación del artista busca remodelar su financiación y funcionamiento
La Fundación del artista busca remodelar su financiación y funcionamiento.
El annus horribilis de la Fundació Tàpies ha quedado atrás. En 2018, el centro de arte tuvo que estar cerrado 2 meses y medio. Primero, del 10 de julio al 15 de agosto tuvo que cerrar, en pleno auge turístico, por culpa del mal funcionamiento del sistema de climatización del centro. Dos semanas después, el 6 de septiembre, tuvo que volver a cerrar por culpa de las lluvias. Los 100 litros por metro cuadrado enmenos de media hora inundaron el suelo de la planta principal y obligaron a cerrar otro mes el museo. Los efectos fueron terribles, tanto, que sólo pudo convocar a 50.000 visitantes, practicamente la mitad de los visitantes que entraron en la Fundación en 2012, el año del fallecimiento del artista.
Por supuesto, estos incidantes han tenido un importante impacto en el presupuesto y el número de visitantes de la exposición, hasta tal punto que la fundación ha iniciado una profunda reflexión para cambiar su modelo de funcionamiento, financiación y explotación. La dirección del espacio prepara para junio un nuevo plan director que presentará al patronato para reorganizar toda su estructura y hacerla más viable y sostenible. «Instituciones como la White Chapel de Londres dedican un 40 por ciento de sus recursos y personal al fundraising y al marketing. Nosotros sólo podemos llegar al cinco por ciento y esto nos hace ser menos competitivos. Seguro que si pudiésemos invertir más dinero en publicidad sí podríamos tener colas en el museo», aseguró ayer Carles Guerra, director de la Fundació.
Las dificultades presupuestarias llegan a tal extremo que no podrán arreglar el suelodañado por las lluvias hasta enero de 2020. Su presupuesto actual gira en torno a los dos millones de euros, de los que 1.100.000 su de administraciones públicas. Al ser una entidad privada, sus responsables creen que hay que hacer un esfuerzo para al menos llegar a un 50 por ciento entre subvenciones y recursos propios, y para ello hay que no sólo preocuparse por el contenido cultural, sino por la mejor manera de comunicar lo que hacen en sus salas.
A pesar de ello, Guerra, que acaba su contrato en 2020, es optimista respecto a las capacidades del centro y asegura que ya trabajan en dos importantes efemérides, el 30 por ciento de la Fundación en 2020 y el centenario de Tàpies en 2023. Hasta entonces, en 2019 hay programadas dos grandes exposiciones del artista y cuatro proyectos con artistas contemporáneos, que dialogarán con la obra del maestro catalán. En primer lugar, a partir de marzo se exhibirá la serie Certeses Sentides, que el pintor realizó en 1991, con 100 obras mayores y 1.000 obras gráficas. Además, en la biblioteca se expondrán los proyectos que Tàpies hizo dentro del teatro.
Entre los artistas invitados en 2019 destaca Albert Serra, que proyectará su filme «Roi Soleil». Además, la fotógrafa Hannah Collins presentará «I will make up a song and sing it in a theatre with aire above my head» y la escritora Ariella Azoulay hablará de fotografía y su concepto de «historia potencial». Por último, habrá un ciclo de performance e intervenciones artísticas.
Guerra, además, defendió la necesidad de abrir nuevos relatos para conocer más a fondo la figura de Tàpies, artista que parece estar siendo últimamente arrinconado de los discursos predominantes de las grandes instituciones internacionales donde el foco se centra en artistas minimizados hasta ahora, como las mujeres u artistas no occidentales.
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