Política

El desafío independentista

Torra no descarta una DUI a las puertas del inicio del juicio del «procés»

El president critica la pasividad del actual Gobierno para abordar la crisis catalana

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ayer, durante la segunda jornada del Pleno en el Parlament / Efe
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ayer, durante la segunda jornada del Pleno en el Parlament / Efelarazon

El president critica la pasividad del actual Gobierno para abordar la crisis catalana.

Justo a las puertas del juicio al «procés» y 24 horas antes de la segunda vuelta de la «minicumbre» entre Artadi, Aragonès y Calvo, Quim Torra prefirió apostar ayer por la «prudencia» para evitar anuncios o declaraciones que le comprometan, algo que le ha salido caro en diversas ocasiones, aunque eso no le impidió dejar la puerta abierta al regreso a la unilateralidad ni mostrar su rechazo contra el actual gobierno de Pedro Sánchez.

«No descarto ninguna vía democrática y no violenta para llegar a la independencia», afirmó ayer en una entrevista en Rac1 cuando fue preguntado por si barajaba una nueva DUI como respuesta a una sentencia condenatoria contra los líderes independentistas, una vía que desde la Moncloa, en plena operación diálogo, dan por ahora por desterrada. El president, que afirmó que no repetirá como candidato a la Generalitat, se mostró, en este sentido, optimista y con fuerzas para terminar su mandato con el reto de consumar la independencia: «Si yo llegara a la conclusión de que no puedo llevar a este país a la independencia, yo me marcharía». Estas palabras, en todo caso, llegan en la antesala del inicio del juicio, que arrancará previsiblemente la semana del 4 de febrero. Torra evitó arrojar grandes concreciones sobre sus planes tras la sentencia y se limitó a precisar que acudirá al Parlament para consensuar una respuesta con el resto de fuerzas independentistas. Asimismo, durante el transcurso de este proceso judicial, también confirmó que se desplazará hasta el Tribunal Supremo para acudir de público a algunas sesiones junto a su vicepresidente, Pere Aragonès.

Pero más allá del juicio y del debate sobre la reactivación de la vía unilateral, Torra se mostró crítico en el otro frente que tiene abierto la Generalitat, como es la «operación diálogo» con el Estado. Si bien reivindicó haberle dado una oportunidad al diálogo con Pedro Sánchez, el president mostró una enorme impaciencia por su pasividad, que ilustró con la actitud con la que acuden los miembros del Gobierno a las reuniones con miembros de la Generalitat: «Nosotros vamos preparados y ellos llegan a las reuniones con hojas en blanco», resumió. En este sentido, se mostró expectante con respecto a la reunión de hoy en Barcelona entre Aragonès y Artadi junto a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo para constatar si hay avances en materia de autodeterminación. Lo cierto es que Torra, a diferencia de las voces procedentes del independentismo que durante los últimos días se han mostrado más contemplativos con el gobierno socialista, expresó su rechazo y lo equiparó con el ejecutivo anterior del PP. «¿Ha parado la represión? La razia de Girona de la semana pasada, ¿ya ha dimitido la señora Cunillera? ¿Ha dado explicaciones? No», se preguntó. Es más, Torra evitó posicionarse sobre si prefiere un gobierno liderado por el PSOE u otro formado por PP, C's y Vox, algo que también volvió a reflejar exigiendo el «no» a los PGE.

En el futuro de las cuentas estatales tendrán una gran incidencia lo que ocurra en el encuentro de hoy, ya que un acuerdo satisfactoria podría permitir a los partidos independentistas justificar ante su electorado la facilitación de los PGE.