Trapero conservará su puesto si es absuelto

La Audiencia Nacional estudia hoy el recurso del ex mayor de los Mossos por su papel el 1-O

El conseller de Interior, Miquel Buch, abrió ayer la puerta a que el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluis Trapero, pueda volver a ser jefe de la policía catalana cuando el proceso judicial que afronta por sedición en la Audiencia Nacional acabe, como espera, con una «absolución absoluta».

Buch hizo estas estas afirmaciones la víspera de que la Audiencia Nacional estudie hoy los recursos de Trapero y de sus antiguos jefes políticos, el exdirector del cuerpo Pere Soler y el ex secretario general de Interior César Puig, segundo del exconseller Joaquim Forn, contra su procesamiento por sedición por el papel de los Mossos el 1-O. «Esperemos que este proceso judicial acabe en nada. Tenemos toda la confianza en que hizo un trabajo profesional y escrupuloso. Cuando se resuelva y haya una sentencia favorable al mayor Trapero, tendrá el espacio que se le guarda en el cuerpo de los Mossos d’Esquadra como mayor o, en el caso que decida estar en otra ubicación que él crea más pertinente, tendrá el espacio correspondiente», indicó el conseller.

El conseller, preguntado por si, dado que Trapero tiene la condición de mayor garantizada, ya que es un rango del que no puede ser apartado, lo que estaba anunciando es que le guardaban la plaza de jefe de los Mossos d’Esquadra, actualmente vacante desde que el pasado 14 de junio Buch aceptó la renuncia del comisario Ferran López a seguir al frente del cuerpo, que comandó durante la etapa del 155 tras la destitución de Trapero. «Si y no. Ya lo veremos. Es una cosa que, en todo caso, cuando acabe, que espero que acabe con una absolución absoluta, el espacio de mayor es suyo, lo tiene. Si lo restituimos sería jefe de los Mossos, pero es un hecho que ya nos encontraremos cuando acabe el proceso», apuntó Buch.

El conseller afirmó que prefería no «inmiscuirse» ahora en el proceso judicial que afronta Trapero, para no perjudicar su defensa. En este sentido, ha resaltado la «profesionalidad» que demostró Trapero rechazando la oferta que le hizo el pasado 8 de junio, junto al presidente de la Generalitat, Quim Torra, para que volviera a comandar a los Mossos d’Esquadra, alegando que no quería perjudicar al cuerpo policial dado su proceso judicial. «La misma profesionalidad que tuvo Trapero, el mismo respeto, le tenemos que tener ahora nosotros y no interferir en su defensa, aunque internamente estamos convencidos de su profesionalidad y de que hizo el trabajo como lo tenía que hacer, él y todo el cuerpo», ha insistido el conseller.

En el auto de procesamiento, dictado el 4 de abril, la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela imputa a Trapero un delito de organización criminal y dos de sedición por la «total inactividad» de los Mossos el 1-O y por su papel durante el asedio a la comitiva judicial que registraba la consellería de Economía el pasado 20 de septiembre, en una operación contra el referéndum ilegal. Tras aceptar la renuncia de López, que comandó a los Mossos después de la destitución de Trapero al aplicarse el pasado 27 de octubre el artículo 155 de la Constitución, la jefatura de los Mossos d’Esquadra ha quedado vacante. Ante esta situación, Buch ha encargado al director de la Policía, Joan Andreu Martínez, que estudie las medidas necesarias para reforzar y adecuar la cúpula policial. Durante esta fase, sin un jefe de los Mossos d’Esquadra, Buch ha acordado que los comisarios Miquel Esquius y Joan Carles Molinero -que ya integraban la cúpula de los Mossos junto a López y también en la etapa de Trapero- dependan directamente del director político de los Mossos, Joan Andreu Martínez.