Vela

Un grupo de navegantes lanza una propuesta para salvar la regata Barcelona World Race

La regata ha sido pospuesta hasta, al menos, 2022
La regata ha sido pospuesta hasta, al menos, 2022larazon

Un equipo encabezado por Anna Corbella y Guillermo Altadill, navegantes de Barcelona con una gran trayectoria en la vela oceánica, relanzó ayer un proyecto para salvar la Barcelona World Race, aplazada hasta el 2022, por la inestabilidad política.

Altadill, con diez vueltas al mundo y Corbella, con dos, cuentan con el apoyo de la Asociación Internacional Class40 (monotipos de 12,20 metros de eslora), así como de otros navegantes oceánicos españoles, empresarios y gestores relacionados con las tres primeras ediciones de la BWR.

La nueva regata está pensada como una vuelta al mundo en solitario y sin escalas, aunque podrían ser a dos, con salida de Barcelona en otoño de 2019 y contaría con una participación mínima de 20 barcos en su primera edición. El Ayuntamiento de Barcelona (uno de los patronos de la FNOB) hace meses que tiene la propuesta sobre la mesa, pero aún no se ha pronunciado, por lo que se corre el riesgo de que esta regata se acabe celebrando en alguna de las ciudades españolas que han mostrado interés en organizar la competición. «Si la voluntad del Ayuntamiento es la de conservar este evento tan importante para Barcelona, que ya se había posicionado en el calendario internacional de la vela oceánica, es necesario hacer un cambio de formato que se adapte a la situación actual» aseguran.

La BWR fue diseñada para ser una regata internacional con una elevada participación de navegantes del país (50% en la última edición), pero en estos momentos se han dado dos circunstancias negativas: no es viable encontrar un patrocinio para navegantes del país y la regata no ha sido atractiva para el patroci