Un «hipster» de principios del XX

El Museo de la Música dedica una exposición a la poliédrica figura de Enric Granados.

¿Puede la muerte de un gran artista eclipsar toda una vida? En el caso del compositor Enric Granados, prácticamente ha sido así. Él y su mujer, Ampar Gal, embarcaron en Londres en el vapor Sussex. Poco después, un submarino alemán lo confundió con un barco minador y le lanzó un torpedo, que impactó en el medio del casco. Testigos oculares aseguraron que Granados se tiró al agua y fue rescatado, pero al ver a su mujer todavía en el mar, se volvió a lanzar para rescatarla. Éste fue la última vez que se les vio con vida, dejando a dos hijos, todavía menores de edad, al cargo de su legado. Un épico final que, sin embargo, no puede ocultar una rica y compleja vida de un hombre que siempre buscó ir un paso más allá de su tiempo.

Para corregir este trasvase en la leyenda del genial artista, el Museo de la Música acoge «Granados, de París a Goya», una exposición que recorre su trayectoria vital a partir de los grandes momentos que marcaron su vida. En total son 100 objetos, desde cartas a partituras, fotografías, grabaciones propias y objetos personales. «Nos interesaba subrayar la asombrosa vida de Granados, contar su trayectoria y su música, pero sin instrumentos», señaló ayer Joaquim Rabaseda, comisario de la exposición.

Para Jaume Ayats, director del Museo de la Música, la exposición muestra a Granados como «un hipster de principios de siglo, siempre atento a las novedades tecnológicas de la época y a la vanguardia artística».

La exposición está dividida en zonas temáticas, empezando por su estancia en París y siguiendo en su amor al teatro; su relación con Dante; la obra «Liliana» y su relación con Apel·les Mestres; «Tartana», donde se muestra la cabaña que Granados se hizo construir a imagen de la que utilizó Mahler para crear en un entorno natural; «Gesto», que muestra como el compositor siempre estuvo atento a las novedades tecnológicas de la época; y «Goya», en la que se incide en la creación de sus «Goyescas», nacidas a partir de la muerte de su amigo Albéniz y la irrupción de la Setmana Tràgica. «La muestra está organizada como si entrases en el estudio del artista. Incluso hemos variado olores para remarcar los diferentes espacios. Al entrar, por ejemplo, huele a pintura y en la zona de la cabaña hemos puesto olor a limón», aseguró Rabaseda.

Coincidiendo con las fiestas de La Mercè, el museo ha preparado un fin de semana inaugural que incluye jornadas de puertas abiertas y actividades especiales gratuitas. Todas las personas que se acerquen al Museu durante el fin de semana encontrarán un piano instalado en el vestíbulo, donde un pianista les enseñará a tocar pasajes de Granados al piano.No es necesario ningún conocimiento musical previo para participar.

Entre las actividades paralelas cabe destacar el concierto «La Nuit d’Octobre», que recuperará esta obra olvida de Granados, con la complicidad de Albert Guinovart y Sergi Belbel, y el recital del famoso pianista Lang Lang.

Dónde: Museo del a Música. C/ Lepanto, 150.

Cuando: Hasta el 20 de mayo.

Cuánto: 6 euros.