Vargas Llosa: «El gran enemigo de Europa es el nacionalismo»

El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa también irrumpió ayer en campaña con el propósito de poner su grano de arena para derrotar a los soberanistas. Vargas Llosa ya participó en la multitudinaria manifestación para defender la unidad de España que se celelebró en Barcelona el 8 de octubre.

El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa también irrumpió ayer en campaña con el propósito de poner su grano de arena para derrotar a los soberanistas. Vargas Llosa ya participó en la multitudinaria manifestación para defender la unidad de España que se celelebró en Barcelona el 8 de octubre. Ayer regresó a la capital catalana para respaldar a Inés Arrimadas, de Ciutadans, en su carrera electoral a la Generalitat y, una vez más, advirtió de los riesgos que entraña el proyecto soberanista.

«El gran enemigo de la democracia, del verdadero progreso, de nuestro tiempo aquí en Europa, es el nacionalismo», subrayó el escritor, que presentó a Ciutadans, un partido «joven», como una formación que «representa los verdaderos valores» de Cataluña y de España y, además, es la formación política que ha dicho «más claro» y «sin complejos» que el «gran enemigo de la democracia y del progreso en nuestro tiempo es el nacionalismo».

«C’s es la negación de todos los prejuicios y de todas las fijaciones del nacionalismo, y una de las mejores expresiones de lo que es la democracia en el siglo XXI. Una democracia integrada en Europa, y que defiende valores como la diversidad o la pluralidad y, sobre todo, la coexistencia dentro de la diversidad. Esto es Ciudadanos», argumentó Vargas Llosa.

Según el escritor, la formación naranja defendió todos esos valores con una «conducta fundamentalmente progresista y sin complejos de inferioridad frente al nacionalismo, a diferencia de su adversario declarado».

Finalmente, el premio Nobel arremetió contra la CUP, gran protagonista de la última legislatura: «Un partido político que se llama de izquierdad pero niega viejos postulados de la izquierda y es fuertemente reaccionario es, por ejemplo, la CUP. No hay partido más reaccionario y tradicionalista que la CUP».