Valencia
Activismo político desde los fogones
El chef José Andrés anima a los países ricos a invertir en los más pobres para evitar problemas en las fronteras. «Lo mejor que puede hacer Estados Unidos es que le vaya un poco mejor a México, Guatemala, El Salvador o Haití»
El chef José Andrés anima a los países ricos a invertir en los más pobres para evitar problemas en las fronteras. «Lo mejor que puede hacer Estados Unidos es que le vaya un poco mejor a México, Guatemala, El Salvador o Haití»
El chef José Andrés, nominado dos veces al Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la ayuda humanitaria, no se muerde la lengua a la hora de criticar las políticas que restringen la llegada de inmigrantes. En plena resaca electoral, el cocinero ha visitado Valencia y ha lanzado un mensaje a aquellos partidos políticos que pretenden ponerle puertas al campo. «No puede ser que en momentos de crecimiento estemos dejando que lleguen -inmigrantes- porque nos ayudan en la construcción, el campo o a cubrir puestos de trabajo que a lo mejor ningún español quiere, y en el momento que la economía no va también, ya no los queremos».
Al cocinero siempre acaban preguntándole por Donald Trump, con quien tuvo un cruce de demandas, y en su paso por tierras valencianas no se perdió hoy tampoco la oportunidad. El chef dijo entender ciertas políticas proteccionistas, ya que todo país «tiene que proteger sus fronteras y sociedades», pero precisó que pese a que «todos queremos proteger a nuestras familias», existe «una realidad de la que no podemos escapar; si uno solamente se preocupa de sí mismo y de los suyos, y no del que está al otro lado, tarde o temprano te va a afectar. Si quiero dejar un futuro mejor para mis tres hijas va a ser no solo invirtiendo en ellas, en que a mí me vaya bien, sino también haciéndolo en aquellos a los que no va también».
Tras recordar que él es inmigrante, afirmó que lo mejor que puede hacer Estados Unidos es que le «vaya un poco mejor» a países como México, Guatemala, El Salvador o Haití porque «en el momento en que esos países van mejor, no vas a tener ningún problema en la frontera».
«Creo que el deber de los países más ricos en invertir en los países más pobres, es ley de vida». A su juicio, «eso no es ser de derechas o de izquierdas, es ser simplemente un ser humano pragmático».
Según él, esto puede aplicarse en todos los lugares, incluida España. «Tenemos que empezar en este siglo XXI a ser un poco más pragmáticos en todo esto. No se puede mirar para el otro lado cuando nos interesa ni querer echarlos a todos cuando no nos interesa».
Según José Andrés, Donald Trump ha tenido en sus bodegas «solamente inmigrantes muchas veces indocumentados y sabemos que su gran edificio en la Quinta Avenida en su momento lo construyeron con un montón de trabajadores polacos indocumentados. Lo que hay que ser es pragmático y no aprovecharte de la situación cuando te interesa».
Para José Andrés, que hoy lunes ha recibido un homenaje en el Ayuntamiento de Valencia como Embajador internacional de la paella, España ha tenido «momentos económicos muy importantes y hemos tenido crecimiento gracias a un montón de inmigrantes».
Además, el cocinero animó a España y Europa a invertir en los «países del norte de África que lo están pasando mal». A su parecer, hay que «dejar de importar tanto de China y apostar mucho por los países» de nuestro entorno.
La paella como oportunidad económica
El cocinero asturiano, que triunfa en Estados Unidos y ha reconocido que ha sido inmigrante «toda su vida», evocó sus inicios en la cocina en el entorno familiar y aseguró que es muy importante para un pueblo «entender quién es gracias a lo que come y a los valores de su gastronomía».
Confesó que desde muy pequeño comenzó a hacer arroces, porque su padre era «un enamorado de ellos», aunque nunca le dejaba cocinar y le enviaba a coger leña y hacer el fuego.
«Un día le pregunté por qué no podía cocinar y me dijo que lo más importante era controlar el fuego. Intenta controlar el fuego y podrás hacer lo que quieras en la vida. ¿Quién me iba a decir que alrededor de una paella iba a aprender una de las lecciones más importantes de mi vida».
También relató cómo comenzó a cocinar paella en Estados Unidos junto al cocinero valenciano Rafael Vidal y cómo ese plato se convirtió «en el corazón de un restaurante, y nosotros en una pequeña embajada de la tierra valenciana en la mitad de Nevada, en Las Vegas y hace poco, en Nueva York».
También subrayó que la oportunidad de dar a conocer un plato o una gastronomía en el ámbito internacional no se puede quedar solamente en la promoción cultural, sino también ha de ser una oportunidad económica. «Crear empleo, vender quemadores o paellas, exportar arroz, pollo, conejo o garrofón, ayudar a dar salida a los pequeños productos, sobre todo en la España rural, para que se aprovechen del tirón de la cocina española a nivel internacional».
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