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Aprender idiomas en el bar, al precio de una consumición

Los intercambios de idiomas son conversaciones informales con personas extranjeras que tienen lugar en locales de ocio

Los intercambios se realizan en bares situados en zonas de ocio, como Upper Club (Cánovas), Big Ben (Plaza de Honduras) o Umbracle
Los intercambios se realizan en bares situados en zonas de ocio, como Upper Club (Cánovas), Big Ben (Plaza de Honduras) o Umbraclelarazon

Aprender un idioma sin pagar una academia parece una utopía. Viajar al extranjero y encontrar ciudadanos del propio país es reconfortante. Esto es posible, al precio de una consumición, gracias a los intercambios de idiomas.

Los intercambios consisten en encuentros organizados en bares de la capital, a los que concurren personas de distintas nacionalidades interesadas en aprender o perfeccionar una lengua.

El objetivo, además, no son sólo los lenguajes, sino el acercamiento de culturas y la sensibilización por las tradiciones e idiosincrasia de otros países.

Esta iniciativa nació en Valencia hace siete años con el nombre de Valencia Language Exchange. Su precursor, Ninì Manuja, explicó a LA RAZÓN que cada día más de 200 personas practican esta forma de aprendizaje.

Los encuentros tienen lugar todas las tardes de la semana en diferentes locales de ocio: Upper Club, Umbracle o Big Ben.

Ninì organiza las mesas del bar ajustándose a la demanda. El coordinador explica que el 60 por ciento acude para hablar en inglés y, un porcentaje menor (20 por ciento) muestra interés por otros idiomas, como francés, italiano o alemán.

«Sentarse en una mesa con desconocidos y hablar una lengua extranjera no da tanta vergüenza como parece», afirma uno de los asistentes.

Dice que aquí está permitido cometer errores, mezclar palabras en castellano o cambiar radicalmente de tema. En algunos locales facilitan una lista de preguntas para que los participantes contesten y así la conversación sea más fluida. Muchos turistas ven en el intercambio la oportunidad de conocer la ciudad más profundamente, acercándose a sus habitantes y a sus costumbres. En verano, insiste el coordinador, hay mucha afluencia de público extranjero que procede principalmente de Reino Unido y Holanda. El resto del año la proporción de españoles es mayor.

Hace dos meses, Ninì Manuja comenzó a colaborar con 15 grupos de intercambio de otros países y fundaron CoAcad.

Esta empresa tiene como objetivo abaratar los costes de estudiar idiomas en el extranjero, por lo que media entre los alumnos y las escuelas de idiomas para ofrecer cursos y alojamiento a precios asequibles.