El Mercado Central teme una mala planificación de las obras del «parking»

Los vendedores celebran el desbloqueo del aparcamiento de la plaza de Brujas pero recelan de su ejecución. Piden que los trabajos no empiecen todos a la vez ante el riesgo de aislamiento

Los vendedores del Mercado Central de Valencia tienen miedo de que las obras en el aparcamiento en la plaza Ciudad de Brujas les dejen aislados. «La planificación es lo que nos preocupa. No se puede empezar todo a la vez», declaraba ayer el presidente de la Asociación de Vendedores del Mercat, Francisco Dasí, tras conocer que la Junta de Gobierno local aprobaba la licitación de los trabajos en un «parking» que lleva años en el limbo urbanístico.

Los casi 300 comerciantes celebran el plan del Ayuntamiento (el aparcamiento podría estar abierto al público en las navidades de 2018) «aunque llegue tarde». «Estamos contentos pero expectantes», admitía Dasí. Además de las obras, a los vendedores les preocupa la fórmula elegida. «Debe ser un ‘parking’ fundamentalmente de rotación. No debería haber más del 20 por ciento de plazas para residentes. En la zona ya hay muchos de esos».

Además, esperan que el Consistorio mantenga el actual aparcamiento del Mercado y que lo destine a uso exclusivo de los comerciantes.

En cuanto a si habrá una nueva reordenación del tráfico, el Ayuntamiento aún no sabe si se modificará el tráfico de autobuses de la EMT por Guillem Sorolla o si se mantendrá el doble sentido en la avenida del Oeste.

Las nuevas instalaciones tendrán cinco plantas, con 356 plazas para coches (11 para personas con movilidad reducida), 29 para motocicletas y 46 para bicicletas.

La primera planta se destinará a logística de mercancías, para la carga y descarga del mercado, e incluirá un centro de consolidación de mercancías, para el reparto con bicicletas eléctricas.

Además, habrá tres acceso peatonales, cuatro ascensores en superficie, un doble acceso al sótano del Mercado Central y 40 puntos de recarga de vehículos eléctricos, mientras que será necesario construir una rampa de entrada para los vehículos, ya que en estos momentos solo está construida la de salida.

Las obras, con un presupuesto base de 4,5 millones de euros (que pagará la Generalitat por el Plan Confianza) y un plazo de ejecución de ocho meses máximo podrán comenzar a mediados de marzo del año que viene, con el objetivo de que a final de 2018 el aparcamiento entre en funcionamiento.