La guerra de los apartamentos turísticos ilegales

Pastor: «La Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad no da soluciones reales al problema del alojamiento ilegal o no reglado»

Los alojamientos y el crecimiento turístico este verano en la Comunitat Valenciana se ha incrementado de forma exponencial y ha causado un problema para la ciudad: el alquiler de apartamentos turísticos ilegales. Fincas enteras que se dedican a arrendar a turistas distorsionando el orden de los vecinos. Por ello, el Comité Económico y Social (CES) de la Comunitat Valenciana ha dictaminado que los servicios de alquiler de viviendas turísticas deberían estar «claramente» regulados para evitar la oferta ilegal y los problemas económicos y de convivencia que provocan.

En cuanto a las pernoctaciones de viajeros residentes en España en hoteles de la Comunitat, aumentaron un 7,3 por ciento en junio, según la encuesta de Coyuntura Turística Hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El 62 por ciento se aloja en hoteles, mientras que sólo un 17 opta por viviendas y apartamentos turísticos. Un 13 por ciento se instala en viviendas familiares o de amigos, un seis en hostales, un dos por ciento en albergues y otro tanto en cámpings.

Asimismo, el 93 por ciento de las personas que optan por alojarse en un apartamento turístico cuando visitan Valencia tienen una motivación personal, según el Estudio de Dimensionamiento de la oferta de viviendas de uso turístico.

La gran mayoría de las estancias se produce en el centro de la ciudad (55,4 por ciento), con mayor incidencia en el barrio de La Seu (23,1), El Carmen (15,7), El Mercat (8,2) y Sant Francesc (8,4 por ciento), mientras que los otros barrios fuera del centro donde se ubican estas viviendas son Russafa (10,8 por ciento) y La Malvarrosa (6,8).

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer aseguró que la nueva Ley Autonómica de Turismo, en fase de aprobación, multiplicará por 20 las sanciones por infracciones graves a los portales que registren alojamientos turísticos clandestinos.

En respuesta, el Portavoz de Turismo del Grupo Parlamentario Popular en Les Corts, Fernando Pastor, denunció en cambio, que el Anteproyecto de la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad de la Comunitat Valenciana «presenta muchas carencias y no da soluciones reales al problema del alojamiento ilegal o no reglado».

El portavoz del PP aseguró que Francesc Colomer incita a la «turismofobia» y que está dañando la imagen de todos los pisos turísticos, «los culpables son los propietarios que no cumplen con el fisco, no los turistas», explicó.

Pastor aportó una serie de ideas para que el secretario autonómico las implante, como el desahucio turístico rápido; cruzar todos los datos de los apartamentos que no cumplen con el fisco y que el turista que cause problemas quede registrado en alguna plataforma.

Por otro lado, el Grupo Parlamentario Popular presentó una proposición no de ley relacionada con la «turismofobia» y esperan que el resto de partidos políticos se les unan y piensen igual.

En respuesta a Pastor, el vicesecretario general del PSPV y portavoz del grupo en Les Corts, Manolo Mata, lamentó la «crítica destructiva» que el PP ejerce sobre el turismo y le recordó que sus propuestas «son más propias de un régimen totalitario donde no se respetan los derechos de los ciudadanos».

Mata calificó de «disparatadas» las propuestas presentadas por el PP. «Nuestros turistas pueden estar muy tranquilos porque no gobierna el PP a la vista de sus disparatadas propuestas» señaló Mata al tiempo que recordaba al Partido Popular que las soluciones que propone, como el desahucio turístico; o la creación de un registro de turistas problemáticos, «no solo competen al Estado central, sino que son más propias de un régimen totalitario. Además, la gente no está por hacer turismo donde no se respetan los derechos de los ciudadanos», matizó.

Respecto a las declaraciones realizadas por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, sobre una posible cogestión de los aeropuertos, Manolo Mata recordó que actualmente las Comunidades Autónomas están muy presentes tanto en la política turística como en el transporte y por tanto «la cogestión de los aeropuertos estatales ayudaría a regionalizar las tareas de cada uno de ellos y, de esta forma, se conseguiría mejorar su gestión diaria, que es de lo que se trata», puntualizó.