Política

Alcoy

La ilusión valenciana puede con todo

Miles de niños llenan las calles de todos los municipios de la Comunitat en las tradicionales Cabalgatas de Reyes

Rita Barberá saluda a los niños en presencia del rey Melchor
Rita Barberá saluda a los niños en presencia del rey Melchorlarazon

Sus Majestados los Reyes Magos de Oriente llegaron ayer a todos los puntos de la Comunitat Valenciana para lanzar un mensaje de optimismo e ilusión a todos los valencianos. Miles de niños, y no tan niños, se echaron a las calles en un sábado festivo en el que lo importante era celebrar que, en pocas horas, iba a tener lugar la noche más mágica del año.

En Valencia, sus Majestades llegaron puntuales a las cinco de la tarde al Puerto de la capital, donde el concejal de Fiestas, Francisco Lledó, y la fallera mayor infantil, Carla González, les esperaban para darles la bienvenida a la ciudad. Cientos de niños abarrotaron las calles del centro histórico para disfrutar de un espectáculo en el que participaron un total de 37 carrozas y unas 4.800 personas, que hicieron de la cabalgata un espectáculo inolvidable.

Diez toneladas de caramelos sin gluten -los Reyes Magos querían que sus presentes se adaptaran a todas las peculiaridades de los más pequeños- inundaron todos los rincones por los que el cortejo pasó.

Por su parte, en la provincia de Alicante, Melchor, Gaspar y Baltasar también llegaron por mar. Allí, recorrieron la capital y, sobre las seis de la tarde, aterrizaron en la Plaza de Toros para escuchar las peticiones de los más jóvenes de la casa. Saludaron a todos los presentes y recibieron las promesas de que este año todos habían sido muy buenos.

El cansancio no existió para estos portadores de buenos deseos. La capital de la Plana también fue visitada por los tres monarcas. Repartieron sonrisas y caramelos a centenares de castellonenses que ya aguardaban, desde bien temprano, la visita más esperada por todos los niños. Allí, desfilaron en carrozas por las avenidas principales, dejando tras de sí un dulce camino de regalos.

Pero además, los Reyes Magos de Oriente tuvieron tiempo de visitar la mayor parte de los municipios de la región. Como ejemplo, en el municipio valenciano de Torrent, llegaron precedidos de un safari de fantasía que hizo las delicias de todos los torrentinos.

En el caso de Paterna, centenares de vecinos de la localidad se volcaron con sus Majestades y fueron ellos los encargados de organizar las actividades y el recorrido por el que desfilaron. La difícil sittuación económica obligó al Consistoria a pedir la colaboración de sus conciudadanos para lograr que los Reyes llegaran, un año más, a este pueblo de l'Horta.

En la Vila Joiosa, el municipio se convirtió en la ciudad de Balén para recibir a los tres Reyes Magos. Una vez transcurrida la cabalgata, sus Majestades fueron a adorar al Niño Jesús, situado en el Nacimiento que el Consitorio había instalado para celebrar la Navidad.

En la localidad de Pilar de la Horadada no hubo lugar para el error en los regalos. Un paje real de sus Majestades había recogido en los días previos, todas las cartas de los pilareños en la plaza del pueblo.

Finalmente, La cabalgata de los Reyes Magos de Oriente en Alcoy, la más antigua de España con 128 años de historia, tuvo un séquito de 1.200 personas, entre las que destacaron, un año más, los llamados «pajes negros», responsables de subir con escaleras hasta los balcones para repartir los regalos.

Comisiones falleras, asociaciones y organismos de todo tipo, hospitales, residencias, barrios, e incluso algunas afortunadas familias, fueron visitadas por estos Reyes venidos desde Oriente en una noche en la que el tiempo desapareció.

No importaron las distancias, ni los kilómetros. Ni el hambre, ni el frío. Solo el cariño de los más pequeños por seguir confiando en que, aunque solo fuera por una noche, la magia y la esperanza inundarían todos los hogares valencianos. Cansados, pero muy contentos, sus Majestades se despidieron deseando fuerza y optimismo para afrontar un difícil 2013.