Oftalmología

Los límites de la cirugía ocular

Los expertos aconsejan practicarla en niños solo en casos excepcionales

La doctora Dualde recuerda la importancia de las revisiones oculares al menos a los tres y cinco años de edad
La doctora Dualde recuerda la importancia de las revisiones oculares al menos a los tres y cinco años de edadlarazon

Más de 12.000 valencianos se someten cada año a una intervención de corrección de miopía, hipermetropía y astigmatismo, según datos de la Sociedad Oftalmológica de la Comunitat Valenciana (SOCV). Pocos son niños, pues los expertos aconsejan pasar por quirófano cuando el ojo esté maduro, es decir, cumplidos los 18 años. «Debe tratarse de casos excepcionales y muy justificados. Cuando todo lo demás haya fallado». Así se expresa la doctora Cristina Dualde, responsable de la Unidad de Oftalmología Pediátrica y Estrabismos de la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo, ante un posible incremento de casos de menores que se interesen por someterse a esta intervención. «No debe hacerse por estética, ya que hay que recordar que el paso por quirófano entraña en sí un riesgo».

Ojo vago, miopía, hipermetropía, conjuntivitis... los defectos visuales afectan a uno de cada cuatro valencianos. En el ámbito infantil, el cinco por ciento de los niños presentan ambliopía, más conocida como ojo vago. Afortunadamente no pierden la visión si son tratados durante la infancia. La detección y tratamiento prematuro evitan, además, que el desarrollo intelectual del niño y su rendimiento escolar se vean afectados.

«No son adultos en miniatura»

«Los niños no son adultos en miniatura, y por tanto, el manejo del paciente pediátrico es completamente diferente del manejo del paciente adulto, tanto en su contexto clínico como emocional», explica al respecto la también autora del «Manual práctico de oftalmología pediátrica y estrabismo». En este sentido, la especialista recuerda la importancia de «ganarse la confianza del niño» en las consultas, pues cuanto más colabore, mejor se podrá explorar. «El tiempo de cooperación es oro y hay que intentar alargarlo mediante pequeños trucos». Por ello, en las consultas de oftalmología pediátrica no hay fluoresceína, hay «gotas de colores que hacen que veamos el mundo amarillo».

En cuanto a los padres, además de vigilar posibles anomalías durante el primer año de vida, les aconseja no dejar pasar las revisiones que se suelen hacer a los tres y cinco años, aunque, según su experiencia, suelen cumplir con las recomendaciones. «Los padres son muy conscientes de que se trata de la salud de su hijo, así que no suele haber problemas. ¿Que si afecta la crisis a los tratamientos? Saben que unas gafas no son un capricho».

¿Gafas de sol? opcionales

Bebés sentados en sus carritos con llamativos modelos de gafas de sol. La estampa es cada vez más común, pero no es necesaria. Según explica la doctora, se recomienda el uso de estas lentes en los pequeños con problemas de fotosensibilidad, de ojos claros o que padezcan albinismo. El resto está seguro frente a los rayos solares.