«Los nacionalismos son profundamente egoístas, nadie quiere separarse para vivir peor»

En «Así se domina el mundo» (Ariel), el prestigioso analista y militar Pedro Baños desgrana las claves del poder mundial .

-En tiempos de posverdad, ¿cómo se domina el mundo?

-ominar el mundo, en parte, es dominar la mente de las personas. Eso se hace a través de la información, de la manipulación mediática y psicológica. Yo a la posverdad también la llamo «infotoxicación», porque estamos intoxicados permanentemente de información. Si tú logras convencer a las personas de que son ellas mismas las que están tomando decisiones o de que son positivas las decisiones que alguien está tomando por ellas, evidentemente, tienes el control del mundo en tus manos.

-Usted entiende el mapa mundial como un patio de colegio. ¿Qué papel tiene España en ese recreo?

-Somos uno de los títeres o de los adláteres de los poderosos. ¿Quién es el poderoso que nos domina? Evidentemente, Estados Unidos, que nos arrastra a muchas de las situaciones que se dan en el mundo. He intentado hacer el libro con símiles muy populares y entendibles. Entra en mi idea de popularizar la geopolítica. Quiero acercarla a través de esos ejemplos, que, aunque luego los trate con seriedad, calan en el subconsciente del lector.

-Otro gran símil que utiliza es el de la estrategia del loco: aparentar ser capaz de todo para atemorizar a los enemigos. ¿Donald Trump y Kim Jong-un se han ido creando mutuamente este personaje?

-Sí, emplean este método. Cuando tú te haces el loco, la gente te teme. Teme una reacción desproporcionada, desmedida. Es una manera de disuadir al contrario. Lo intentan los dos, cada uno a su manera. Ambos pretenden transmitir esa sensación de miedo.

-En el libro, usted asegura que existen ideologías diseñadas específicamente para que la pobreza impere.

-Sobre todo porque la pobreza, los desamparados, desilusionados, frustrados... Son muy fácilmente manipulables. Muchas veces, lo que se pretende es mantener a esa gente en un estado de desilusión, precisamente para que sean más manejables. Es muy fácil a través de una ideología o de una religión ofrecer esperanzas. No hay cosa más desesperante que no tener perspectiva de futuro.

-Por tanto, ¿tiene ideología el poder?

-El poder lo que tiene es ambición. Muchas veces, utiliza las ideologías para conseguir sus ambiciones. Emplea tanto ideologías como religiones.

-Emmanuel Macron ha anunciado que pretende restablecer el servicio militar obligatorio en Francia. ¿Se prevé larga la lucha contra el yihadismo en suelo europeo?

-Se prevé larga. Está íntimamente relacionada con el escenario en Oriente Medio, donde dista mucho la situación de estar estabilizada, aunque traten de vendernos que se ha acabado allí con el Estado Islámico. El Estado Islámico es solo un actor más que se está extendiendo a otros lugares de Asia y África. La lucha va a ser a muy largo plazo.

Al margen de eso, la sociedad puede estar mucho más unificada, estable y consolidada si hay un servicio militar instaurado. Algunos de los problemas que se pueden divisar en ciertos países hoy en día se podrían solventar, especialmente en Francia los relacionados con los barrios marginales y todos aquellos que se siente completamente al margen de la sociedad.

-¿La carrera espacial ha sido sustituida por la carrera ciberespacial?

-Están las dos. Pero de la carrera espacial se habla muchísimo menos. Hace muy pocas fechas, Trump firmó una orden que le ha dado a la NASA para volver a enviar seres humanos a la Luna, y de ahí dar el salto a Marte. Pero, por supuesto, hoy en día la guerra la tenemos en el ciberespacio. Se ha convertido en el campo de batalla, en el campo de confrontación por excelencia.

-¿Acabará Facebook con las «fake news»?

-No. Ni Facebook, ni Google, ni nadie. Lo primero es desgranar si una noticia es cierta o no. Hoy en día, vemos que el periodismo de investigación está desapareciendo. Vivimos básicamente de las agencias de noticias. El problema es quién nos proporciona esa información. ¿Nos van a proporcionar información únicamente desde una línea de pensamiento? ¿Solo desde una fuente? Creo que tenemos que beber de muchas fuentes alternativas. Que nos proporcionen datos, que nosotros, los expertos, ya haremos nuestros análisis.

-Usted emplea los pecados capitales para resumir cómo actúa el poder mundial. ¿Se puede etiquetar con algún pecado capital la compleja situación que vivimos desde hace meses en nuestro país?

-Como militar no puedo hablar de temas nacionales. Al final, esos pecados capitales que nos consumen como individuos se trasladan al ámbito de la geopolítica. La lucha por el poder, las ambiciones, tomar decisiones por los demás, la gula de querer acaparar más. Los nacionalismos son profundamente egoístas, además de supremacistas y excluyentes. Nadie se quiere separar para ir a vivir peor. Todo el mundo se piensa que al independizarse se va a vivir mejor. Con lo cual, uno de los principios de todo nacionalismo, sin referirme a ninguno en particular, es el egoísmo.