Política

Valencia

“Oprimir el castellano frente al valenciano es hacer un genocidio a la cultura”

“VOX es un partido populista, de extrema derecha con el que el PP puede llegar a acuerdos en algunos puntos. Nunca estaremos a favor de destruir las autonomías ni de ceder en igualdad»

César Sánchez, número uno por Alicante para el Congreso de los Diputados
César Sánchez, número uno por Alicante para el Congreso de los Diputadoslarazon

“VOX es un partido populista, de extrema derecha con el que el PP puede llegar a acuerdos en algunos puntos. Nunca estaremos a favor de destruir las autonomías ni de ceder en igualdad»

Además de ser el número uno por Alicante para el Congreso de los Diputados, también concurre en la lista del municipio de Llíber, puesto que le permitiría repetir, si dan los números, como presidente de la Diputación de Alicante

-Su rival directo, el número uno del PSOE por Alicante, Pedro Duque, es muy conocido. ¿Cómo lleva lo de competir con un astronauta?

-Bien. Lo he visto en un par de ocasiones. La verdad es que no sé dónde está, pero en la provincia de Alicante no veo que tenga mucha actividad. Nosotros estamos en hablar con la gente puerta a puerta, pueblo a pueblo.

-¿Cómo ve al resto de partidos? -Ciudadanos replica al PP en muchas facetas. Han copiado buena parte de nuestro programa electoral e intentan presentarlo de manera más atractiva. Pero el PP es el gran partido de centroderecha de este país. Compromís, es un partido de corte nacionalista, cuando vienen las elecciones intenta tener un mensaje más neutro porque son conscientes de que sus posicionamientos asustan a buena parte de la sociedad, que quieren ser valencianos y españoles y no quieren una catalanización, ni imposiciones, ni que todo lo que está pasando en Cataluña acabe ocurriendo en la Comunitat. En el caso de Podemos, ha quedado claro que eran populistas, que decían lo que la gente quería escuchar, pero que muchas cosas de las que proponían ni las han hecho ni eran posible hacerlas.

-Se olvida de VOX

-Es un partido populista, de extrema derecha con el que en algunos puntos el PP puede llegar a acuerdo con ellos, pero en otros no. Puede ser un compañero de viaje para gobernar en muchas instituciones y podemos llegar a puntos de encuentro, pero en ningún caso el PP va estar a favor de destruir la España de las autonomías, ni de que la gente lleve armas en su casa, ni de que se ponga fin a las políticas de igualdad, que con tanto esfuerzo hemos puesto en marcha los últimos años. Es un partido con el que vamos a tener que hablar, forma parte de la realidad política y tiene la legitimidad de tener respaldo, como parece que va a ocurrir, y el PP tiene la posibilidad de liderar el bloque de centroderecha con Cs y VOX.

-¿Qué preocupaciones le traslada la gente?

-Dos cosas: no quieren que la Comunitat se catalanice y están preocupados por que la economía funcione y haya empleo. Entienden que sin empleo no hay pensiones ni Sanidad. Es algo que está asumido. Siempre que gobierna el PSOE hay inestabilidad política, paro, desaceleración de la economía y subida de impuestos. El PP ha rescatado en dos ocasiones la sociedad española.

-Municipales y generales, ¿Diputación o Congreso?

-No soy el único. Soy el presidente de la Diputación y lo lógico es que formase parte de una candidatura municipal y al mismo tiempo el partido me pidió que encabezase la lista del Congreso. No me preocupa qué va a ser de mí al día siguiente de las elecciones, sino qué va a ser de mi Comunidad. Hasta entonces lo único que hago es trabajar para que Pablo Casado sea presidente del Gobierno y Bonig de la Generalitat. Estaré donde entiendan que puedo ser más útil a la sociedad.

-¿Por qué no opta por Calpe?

-Cuando uno opta a una institución como la Diputación, lo normal es que no tenga competencias si no es alcalde. En Calpe he tenido una etapa preciosa. Cuatro años de concejal, ocho años de alcalde y he querido formar parte de una candidatura de un municipio de menos de mil habitantes, de interior, lleno de viñas, pintoresco. A veces se dice que como la Toscana italiana, pero la Marina Alta es más bonita. Que el presidente de la Diputación forme parte de una candidatura de menos de mil habitantes es un símbolo porque pone de manifiesto la importancia de los pequeños pueblos para la Diputación.

-Ha habido bajas del PP a Cs ¿teme un castigo?

-La vida política no siempre es fácil. Si alguien decide irse a otro partido hay que respetarlo y en segundo lugar, ponerse a trabajar para intentar recuperar su confianza. También hay quien se ha marchado de Cs a Vox. Como dirigente del PP mi tarea es recuperar su confianza y que vuelvan a su casa, que es el PP.

-Usted fue uno de lo que primero se puso de lado de Pablo Casado. ¿En qué medida un resultado que no le lleve a la victoria condiciona su liderazgo?

-No contemplo un escenario distinto a que Pablo Casado sea presidente del Gobierno con el apoyo puntual de Cs y de VOX. En cuanto a la Comunitat Valenciana tampoco, Isabel Bonig, será la presidenta de la Generalitat. No lo digo por interés de partido, sino por interés de la Comunidad Valenciana, que tiene su historia, heredera del Antiguo Reino de Valencia, sus señas de identidad, su lengua, sus tradiciones. Está siendo atacada por el catalanismo. Vamos a defender nuestra historia, tradiciones y lengua, que es el valenciano, no el catalán, y vamos a hacer una defensa numántica porque está en juego la identidad del pueblo valenciano si sigue gobernando el PSOE que tiene un corte catalanista y Compromís, que además de catalanista es nacionalista y separatista que intenta acercarnos a esa idea que nunca ha existido de los Països Catalans.

-¿Cuáles son las batallas a librar en el Congreso?

-Para la provincia de Alicante tenemos un programa muy claro. Primero, defensa de la continuidad del Tajo- Segura, un precio para el Júcar- Vinalopó que puedan pagar los usuarios y la defensa de infraestructuras como el Corredor Mediterráneo, que desde que Gobierna el PSOE se ha ralentizado su construcción. También la conexión ferroviaria del aeropuerto de Alicante, el tren de la costa o las lanzaderas del AVE a Torrevieja y a Benidorm. En clave autonómica ayudar a que Isabel Bonig sea la próxima presidenta de la Generalitat y poner fin a este proceso de catalanización. Puig y Oltra en cuatro años han sido más atrevidos en el proceso de catalanización y en consecuencia del separatismo que ha sido Cataluña en los últimos 30. Necesitamos un PP que devuelva la normalidad a la Comunitat, que haya convivencia entre los que deciden hablar en valenciano y castellano, que el requisito lingüístico no se ponga en marcha y que podamos ser una Comunidad líder en España y en ningún caso, seguir levantando muros entre Comunidad Valenciana y España.

-El PP lleva en su programa la ejecución de trasvases, sin embargo, hace no mucho Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios, no dio por hecha su ejecución durante un acto en Zaragoza. ¿Qué propone el PP en materia de agua?

-Los populares en la Comunidad Valenciana nunca, absolutamente nunca, vamos a renunciar al trasvase del Ebro. Es de sentido común, de justicia y una necesidad tener agua del Ebro.

-Para eso necesitan el apoyo del resto de presidentes del PP.

-Por eso es importante que se ponga encima de la mesa un pacto nacional del agua como el que consiguió Aznar y el PP y que de un plumazo la actual presidenta del PSOE, Cristina Narbona, eliminó. Urge un pacto que establezca conexiones entre cuencas, criterios de reparto y criterios de compensación. Si hay buenos criterios de compensación habrá posibilidades de llegar a acuerdos y que los trasvases puedan ser una realidad. Intentar negarlos y decir que forman parte del pasado como dice la izquierda es no ser realista, injusto y hacerle un daño enorme al Levante español que tiene un déficit estructural en materia hídrica.

-Tampoco hay unanimidad en financiación. ¿Se puede creer que cambiará la financiación autonómica?

-Con el Gobierno de Rajoy se empezó a trabajar en el nuevo modelo. Fue llegar Pedro Sánchez y metió el informe de los expertos en un cajón. El PSOE ha mentido a los españoles y a los valencianos, Ximo Puig hizo una gran manifestación en defensa de la financiación y fue llegar Pedro Sánchez al Gobierno y se le olvidó que había que cambiarlo. El PP siempre ha dicho que hace falta un nuevo modelo porque el actual, que aprobó en 2009 el PSOE con el voto en contra del PP, lastra los intereses de la Comunitat Valenciana. Proponemos un modelo que sea más distributivo.

-Su batalla en la educación frente al Consell ha sido evidente, ¿qué es lo que más le preocupa?

-En este momento hay 200 escuelas infantiles donde los niños no tienen ni una sola hora en castellano. Me preocupa como español y como valenciano. Las ha puesto en marcha un señor, Vicent Marzà (conseller Educación), que es un nacionalista y un separatista. Una lengua jamás debe oprimir a otra, representan culturas y eso significa que se está haciendo un genocidio a la cultura. Si todos hemos estado de acuerdo en que hemos tenido una dictadura en España durante 40 años poco deseable, en la que ha habido falta de libertades, en la que se ha oprimido a la cultura valenciana y eliminado de las instituciones y de la educación, en lo que no puede caer la izquierda es en el mismo error que cayó la Dictadura, máxime cuando llevamos 40 años de convivencia, libertad, concordia y de un bilingüismo sano y provechoso para nuestros hijos. Intentar eliminar el castellano de las aulas es un acto dictatorial, de imposición y poco democrático. Urge un Gobierno que respete la lengua común de todos los españoles y que fomente el valenciano para que, en libertad, quien quiera, pueda hacerlo.

-¿Son necesarias las Diputaciones?

-Garantizan la igualdad de oportunidades a las familias que libremente han elegido vivir en un municipio de 500 habitantes respecto a las que lo hacen en un gran ciudad. A nadie se le escapa que si en un pueblo de 200 habitantes si los ciudadanos censados allí tuviesen que pagar los impuestos para tener los servicios mínimos no tendrían capacidad económica para hacerlo. Cuidar el equilibrio territorial significa cuidar nuestros pueblos, detrás de ellos hay tradiciones, hay señas de identidad que conforman las señas del pueblo valenciano, hay generaciones y generaciones de personas que han estado viviendo en ellos que cuidan los campos, la agricultura, que hacen posible que no haya desertización y por tanto, cambio climático. Hay muchos pueblos pequeños, incluso gobernados por la izquierda en la provincia de Alicante, que durante esta legislatura le han dicho, que no ha habido ningún responsable de la Generalitat que haya pisado nunca su pueblo en los últimos años. La Diputación tiene asistencia técnica, jurídica, les dotamos de infraestructuras dotacionales, les arreglamos las calles, mantenemos una red de carretera de 1.000 kilómetros... La labor de la Diputación es enorme para que el territorio competitivo, con tejido empresarial y turismo.

-¿Peligran si se mantiene el Consell del Botànic?

-No, porque vamos a defenderlas a capa y espada. Están recogidas en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía, pero si sigue gobernando el Botànic habrá tensión. Ximo Puig todavía no ha visitado el Palacio Provincial de la Diputación de Alicante, Mónica Oltra se dedica a hacer decretos para usurpar funciones de las Diputaciones cuando no es capaz de cumplir con las suyas. El Gobierno les da dinero para políticas sociales y luego la Generalitat, abre televisiones públicas en las que gasta entre 50 y 60 millones en vez de pagar, por ejemplo, los gastos del Hogar Provincial.