Incendios
Por qué el incendio de Llutxent puede volver a repetirse
La Plataforma Forestal Valenciana reclama una política forestal a largo plazo para que los medios de extinción puedan controlar los incendios. La clave, regular la biomasa
Un rayo originó el incendio de Llutxent que arrasó 3.270 hectáreas, quemó cerca de cuarenta viviendas y obligó a desalojar a 3.000 personas. El fuego se originó en montes de utilidad pública, cuyos propietarios son los Ayuntamientos de Pinet y Llutxent, pero cuya gestión corresponde a la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente.
Un análisis pausado de lo que ocurrió lleva a conclusiones preocupantes. No hay nada que haga pensar que no puede volver a producirse un incendio con las mismas características o incluso de mayor dimensión porque no se desarrolla una política forestal. El presidente de la Plataforma Forestal Valenciana (PFV), Fernando Pradells, explica que el fuego es algo propio del monte Mediterráneo, no se puede evitar. Sin embargo, sí se pueden poner en marcha medidas para impedir que se produzca un «gran incendio, para que las llamas no alcancen una virulencia extrema» que haga imposible su extinción con determinadas condiciones meteorológicas. «Los medios de extinción son eficientes, así se demuestra cuando son capaces de controlar los conatos de incendios». Sin embargo, una vez se ha declarado, todo depende de factores como el calor, el viento o la humedad, los bomberos no tienen capacidad para acabar con él. «Son fuegos que están fuera de la capacidad de extinción y la única solución es regular la densidad de la biomasa», y esto solo se consigue con actuaciones que tendrán efecto a largo plazo, poco efectivas en una sola legislatura.
Este es uno de los factores que Pradells identifica como causante de los grandes incendios. La única política forestal se ha basado en crear figuras jurídicas de protección y se han lastrado las iniciativas propuestas por el mundo rural para gestionar los recursos.
Pradells apunta que en la última legislatura del PP se comenzó a dar pasos en esta dirección. Sin embargo, lamenta que la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente del «Botànic» ha preferido volver a las políticas «ochenteras del pasado». En estos tres años de gestión «de Els Verds» no se han aplicado medidas de protección activa, sino que se le ha dado al monte una sobreprotección que ni crea renta, ni empleo ni previene incendios. «Deberían saber que hay tres veces más árboles ahora que en 1970 debido, fundamentalmente, al abandono de la agricultura».
Sin fondos ni prevención
Desde la Plataforma Forestal Valenciana lamentan también que no se hayan aprovechado los recursos provenientes de los Fondos Europeos para paliar la falta de financiación. «No se han destinado recursos a los productos forestales que además, son sustitutivos de los derivados del petróleo». En general, se ha primado la agricultura tradicional frente a la agroforestal a pesar de la importancia que esta tiene por su valor ambiental, económico y social.
Pradells apunta dos últimas causas de la proliferación de los grandes incendios. La territorial y la administrativa. «Los planes generales deberían incorporar las infraestructuras necesarias para prevenirlos y extinguirlos, así como mecanismos de financiación». Así ocurre, por ejemplo, cuando se produce la transformación de un suelo urbanístico, los propietarios asumen parte de esas cargas urbanísticas.
Además, recuerda que las comunidades de propietarios de las urbanizaciones tienen responsabilidad sobre el perímetro de sus viviendas. «Es necesaria una campaña de concienciación». En lo que a las causas administrativas se refiere, incide en que el traspaso de las competencias forestales solo sirvió para centralizar en los Gobiernos autonómicos la gestión, pero estos no han dejado margen de actuación a los municipios.
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