Murcia

Rajoy sella el acuerdo del Tajo como base para un nuevo plan hidrológico

La Razón
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Si en una cuestión como el agua, que lleva años desatando los enfrentamientos más viscerales entre territorios, se ha conseguido llegar a un acuerdo, ¿por qué no va a ser posible hacerlo en otros asuntos? Este es el mensaje que transmitió ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a los cuatro presidentes y al consejero de las cinco regiones con quienes escenificó el acuerdo sobre el Tajo- Segura en Moncloa.

Sienta las bases de lo que será la nueva planificación hidrológica. Así quedará plasmado en las normas de aplicación que completan este acuerdo y que el Ministerio de Agricultura ya ha finalizado.

Para sellar este pacto el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, el de Madrid, José Ignacio González, la de Castilla- La Mancha, María Dolores de Cospedal y el consejero de Fomento extremeño, Víctor del Moral, se reunieron con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete. Solo el jefe del Gobierno extremeño, José Luis Monago, excusó su asistencia aunque en su agenda oficial no tenía actos programados. El encuentro terminó con un almuerzo en el que, como no podía ser de otra forma, se abordaron asuntos de la actualidad.

Rajoy insistió a esta importante representación de sus barones en que el pacto alcanzado demuestra que no hay ninguna materia que sea «insuperable» y remarcó que «todos estamos llamados a ser solidarios». Parecía pues, un aviso para afrontar la difícil reforma del sistema de financiación autonómica que deberá abordarse durante el próximo año.

Lo cierto es que el memorándum sobre el trasvase Tajo- Segura es un buen ejemplo de cómo cada región puede ceder para conseguir un acuerdo. La cuenca cedente ha consentido que este proyecto de trasferencias tenga rango de ley, otorgando así seguridad jurídica a la llegada de agua. Por su parte, la cuenca receptora ha consentido que los trasvases se hagan siempre que los embalses de cabecera tengan almacenados 400 hectómetros cúbicos, en lugar de los 240 exigidos en la actualidad.

Para la Generalitat, este memorándum es un acuerdo histórico, puesto que sus principios se han convertido en ley y porque elimina la conocida como «cláusula Narbona». Esta dictaba la supresión progresiva del trasvase Tajo- Segura a medida que fuesen poniéndose en marcha las plantas desalinizadoras.