Ribó no ha invertido aún ni un euro en los once proyectos de participación ciudadana

Los planes que votaron los vecinos se encuentran todavía en fase de redacción o en tramitación, según denuncia el grupo popular municipal

A menos de dos meses de cumplirse un año de la aprobación de los presupuestos participativos de 2017-2018 que votaron los vecinos, el tripartito del Ayuntamiento de Valencia no ha gastado ni un solo euro de los siete millones consignados para los once proyectos.

De estas once iniciativas de inversión a escala de ciudad, cinco de los que fueron votados eran en realidad propuestas del Gobierno de Joan Ribó. De estas, tres de ellas (por importe de 1.692.676 euros) se encuentran a fecha de hoy en redacción (el carril bici Gran Vía Fernando el Católico y Germanías, la mejora de la eficiencia energética en alumbrado y el wifi público en las pedanías) y dos de los proyectos (por un importe de 1.225.000 euros), están en tramitación (los baños públicos en el jardín del Turia y el enterramiento de contenedores de residuos en los núcleos urbanos).

Es decir, que de los casi tres millones de euros correspondientes a proyectos de inversión municipales, más de la mitad aún están en fase de redacción y el resto se encuentra en tramitación, «lo que permite concluir que finalizará el año 2018 sin un euro invertido con cargo a estos proyectos», denunció ayer al respecto la concejala popular Lourdes Bernal.

A ello se suma el «escandaloso» retraso de los proyectos propuestos por la ciudadanía (seis en total) por importe de 4.082.324 euros, que se encuentran todavía en fase de redacción.

A juicio de Bernal, esta demora «evidencia la descoordinación y falta de diligencia del tripartito de Ribó para ejecutar la importante partida de inversiones que existe en el presupuesto municipal, a la par que deja de forma clara, que los constantes cambios de criterio en la participación ciudadana al final está perjudicando a los barrios de la ciudad que se ven un año más sin recibir equipamientos y dotaciones públicas para sus vecinos».

Los presupuestos participativos han sido desde el inicio objeto de polémica pues cuando hace casi un año dieron comienzo las votaciones se puso en tela de juicio el sistema, pues hubo proyectos como el refugio para gatos callejeros que pasaron a la fase final de las votaciones (finalmente no se aprobó) mientras que otros más sociales como la creación de un hogar para las personas sin techo no llegó siquiera a pasar el corte.

Menos copago y más vivienda social

La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Sandra Gómez, propuso ayer para los presupuestos municipales de 2019 la eliminación del copago en los centros de día que dependen del Consistorio y la construcción de 300 viviendas destinadas al alquiler a través de la empresa municipal Aumsa. Así, reivindicó un presupuesto más social que tenga en cuenta las «necesidades reales» de la ciudadanía.