Todos de los nervios

El semblante cariacontecido de Mónica Oltra está justificado al dinamitarse su sueño de ser presidenta

Todo el mundo parece estar centrado en la encuesta del CIS, ese organismo financiado por dinero público que Félix Tezanos ha convertido en un instrumento de servicio al interés exclusivo de Pedro Sánchez, y las sensaciones van por barrios. Eso sí, todos de los nervios.

Respecto a la Comunitat, acierta el presidente Ximo Puig, al mostrarse cauto a pesar de que las expectativas son más que positivas para él y para su partido. Por dos razones: porque nadie da por bueno lo cocinado por el CIS de Tezanos, ya que hay más de un 30 por ciento de indecisos que acudirán a las urnas pero no manifiestan a quién votarán, lo que deriva hacia unas dudas razonables y excesivas respecto a los resultados. Y segundo, porque siempre es mejor arroparse en la prudencia. Si los resultados son satisfactorios, la alegría será mayor. Y si las perspectivas no se cumplen, la decepción será menor y bastante menos frustrante.

Hay coincidencia en que el PSPV será el primer partido y, sin embargo, Puig está más nervioso que antes de la emergencia convulsiva de Vox en Andalucía. Lo que se vislumbraba imposible hace cinco meses, ahora no lo es tanto. Si los nervios del Molt Honorable están justificados, más lo está el semblante cariacontecido de Mónica Oltra al dinamitarse su sueño de ser presidenta. Y quizá de mantenerse en la vicepresidencia si Puig puede gobernar con Ciudadanos o si éstos lo hacen con el PP y Vox. Así es la vida.