Carreteras

80 rutas de vigilancia para los «policías» del monte

Los agentes forestales realizarán este verano recorridos de control y disuasión para evitar incendios

Las rutas de vigilancia se coordinan con los agentes forestales, el Seprona y los Bomberos de la Comunidad de Madrid
Las rutas de vigilancia se coordinan con los agentes forestales, el Seprona y los Bomberos de la Comunidad de Madridlarazon

Los últimos años han sido devastadores para el monte y los pastos madrileños a causa de los incendios provocados en la mayoría de las ocasiones por imprudencias o de forma intencionada por pirómanos. Robledo de Chavela y Valquemada en 2012, Valdemorillo y todos los alrededores de Chapinería el verano pasado... El temor para este verano es que puedan repetirse estos episodios y aunque los agentes forestales trabajan durante todo el año limpiando el monte de maleza y podando las ramas más bajas de los árboles, desde el 15 de junio la región entra en periodo de máxima alerta. Más aún cuando ayer la Aemet situaba la zona sur de la región en «riesgo muy alto» de incendios. Este año, la Dirección General de Seguridad e Interior Gobierno regional ha impulsado un intensivo sistema de control y prevención no sólo de incendios sino también de detección de imprudencias que ya funcionó el verano pasado a modo de proyecto piloto. Se trata de las rutas de vigilancia, algo así como patrullas policiales del monte. Se distribuirán a lo largo del territorio regional y serán recorridas por agentes forestales en busca de la más mínima columna de humo o de barbacoas ilegales y similares. Cada día, dos agentes a bordo de una Patrol recorrerán una ruta. La Consejería de Presidencia y Justicia, dirigida por Salvador Victoria, ha implantado un total de 80 rutas, que saldrán de cada oficina comarcal (hay 17) del Cuerpo de Agente Forestales. Se establecerán en función de las alertas de cada semana, la incidencia de posibles pirómanos en distintos focos de actuación o en los puntos más conflictivos y de mayor afluencia de personas. Como ocurre con los radares de tráfico o los controles de alcoholemia, una de las principales bazas de estas rutas es el factor sorpresa, por eso el horario y la frecuencia con la que se recorrerá cada ruta variarán. Y es que el objetivo de las rutas es la prevención pero también el efecto disuasorio. Aunque, como cada año, aquellos lugares con una mayor afluencia de personas, como áreas recreativas o sendas, así como las zonas con mayor riesgo de incendio forestal y de menor visibilidad desde los puestos fijos de la red de vigilancia contra incendios serán visitados con mayor frecuencia. También tienen la particularidad de que se diseñan teniendo en cuenta el histórico de incendios forestales en la zona, labor en la que es determinante el grado de conocimiento que los agentes forestales tienen del terreno.

Las rutas se planifican y coordinan con el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en aquellas zonas en que, a lo largo de la campaña, se detecta un mayor número de incendios o con indicios de intencionalidad. En estos casos, se diseñan nuevas rutas para llevar a cabo esa vigilancia específica. El año pasado estas rutas fueron determinantes para localizar a pirómanos. Y es que el proyecto piloto de este plan ya empleó el verano pasado a los agentes forestales, que «patrullaron» durante unas 6.000 horas y realizaron cerca de 1.500 recorridos. El dispositivo Infoma está integrado este año por 2.649 profesionales de los que 230 son agentes forestales. También contará con 520 vehículos y 10 recursos aéreos: cuatro brigadas helitransportadas, cuatro helicópteros bombarderos y otro helicóptero más en labores de patrullaje, vigilancia y coordinación y un avión anfibio. Desde la Dirección General de Seguridad e Interior se recuerda que hay una serie de medidas restrictivas en lo que respecta al uso del fuego y maquinaria en el medio natural desde hace 15 días, cuyo cumplimiento es objeto de la vigilancia que realizan los agentes forestales.

Por eso, durante estos «patrullajes» los agentes forestales prestan especial atención a los posibles incumplimientos de las prohibiciones y limitaciones del uso del fuego, tales como barbacoas u hogueras, así como de determinada maquinaria. También se asesora a senderistas, ciclistas, ganaderos, agricultores y otros usuarios del monte sobre la normativa vigente en la región en estas fechas sobre el uso del fuego. También se vigilan las zonas más susceptibles de ser alcanzadas por los rayos en los días de tormenta.

Además de las rutas terrestres, el Cuerpo de Agentes Forestales, dispone de tres embarcaciones con las que se realizan dispositivos de vigilancia en los principales embalses de la región: de San Juan, Valmayor, El Atazar y Pedrezuela.