90 euros de multa por circular por Ópera

Ya están colocadas las señales que advierten de la prohibición y las cámaras que registran las matrículas de cada vehículo que pase.

A partir de este sábado la zona de Ópera será declarada Área de Prioridad Residencial (APR). Es decir, el tráfico quedará restringido a los residentes de esta zona tal y como lo diseñó el Gobierno de Ana Botella en 2014. El actual Ayuntamiento, que dirige Manuela Carmena, va a poner en marcha esta medida disuasoria del tráfico –los no residentes pagarán multas de 90 euros si entran en esta área–, que los vecinos reclamaban desde hacía años.

De esta manera, Ópera se suma así a las APR de Embajadores, Las Letras y Cortes, que comenzaron a funcionar hace más de una década. Esta nueva zona restringida para los conductores (a excepción de los vehículos autorizados) estará delimitada por Plaza de España, Gran Vía y Bailén, en las que sí estará permitida la libre circulación. No obstante, supondrá el cierre definitivo al tráfico de la Puerta del Sol, a la que se podía acceder desde la Plaza de Canalejas. Callao, la calle del Carmen y Mayor quedarán sólo para un sentido. La concejal de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, informó ayer de que ya se han completado las actuaciones de señalización de las «puertas de acceso» al barrio, la instalación de cámaras que detectarán las matrículas de los coches que accedan a la zona restringida y la configuración de las bases de datos y del sistema de gestión que detecta los vehículos autorizados y los distingue de los que serán multados.

Exención para los ecológicos

La zona tendrá desde el sábado criterios comunes de funcionamiento, como la unificación del horario de carga y descarga de 8:00 a 13:00 horas, ampliándola dos horas más para vehículos no contaminantes, o la posibilidad de acceso más allá de taxis o emergencias a vehículos con emisiones cero que procedan de las bases de datos del Servicio de Estacionamiento Regulado; modificaciones estas últimas que se han incluido en el último decreto para la creación de la APR de Ópera y que se extenderán al resto de zonas de prioridad residencial ya existentes.

Lo que el Gobierno de Manuela Carmena no incluirá este 1 de agosto es la intención de Botella de modificar la APR de Embajadores para eliminar las restricciones a la circulación de todos los tramos de la Ribera de Curtidores, una medida que reclamaban los comerciantes de El Rastro y que, según aclaró ayer Sabanés, «se quedará como está, con limitación al tráfico en Ribera de Curtidores».

La concejal de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de la capital aseguró ayer en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno municipal que la puesta en marcha de la APR de Ópera que diseñó Botella se hará «con flexibilidad» y «sin afán recaudatorio»; es decir, que durante el primer mes de agosto estará en pruebas, «de forma progresiva, flexible y dialogante con los residentes y comercios de la zona, y con carácter no recaudatorio». Y es que, según Sabanés, el objetivo por el cual se pone en marcha esta medida de restricción al tráfico rodado es fomentar el uso más responsable del vehículo privado y la reducción de emisiones contaminantes en la zona Centro, tras recordar que la Comisión Europea inició durante el anterior mandato municipal un proceso sancionador por el incumplimiento de la Directiva Europea de Calidad del Aire en Madrid, según recogió Europa Press tras la reunión de la Junta de Gobierno.

Cuando llegó al Ayuntamiento de Madrid, el equipo de Manuela Carmena dejó en el aire la posibilidad de cumplir con el compromiso de Ana Botella de poner en marcha la APR de Ópera, que en un principio iba a entrar en funcionamiento en enero de este año, junto a la de los barrios de Universidad y Justicia, y que finalmente el equipo de la anterior alcaldesa lo fue retrasando hasta dejarlo en manos del Ejecutivo que surgiese tras las elecciones municipales del pasado 24 de mayo.

La APR de Ópera forma parte del Plan de Movilidad que el ex concejal de Medio Ambiente, Diego Sanjuanbenito (PP) aprobó antes del pasado verano y que tenía como objetivo último conseguir para el año 2020 la eliminación del tráfico rodado de los vehículos privados dentro de los límites de la M-30. Es esta misma línea el Gobierno de Botella cambió las tarifas de Servicio de Estacionamiento Regulado en abril del pasado año para que tuvieran que pagar más los vehículos más contaminantes y si se quería aparcar en áreas muy saturadas de tráfico, de tal manera que se bonificaba a los coches más respetuosos con el medio ambiente y a los conductores que estacionaban en zonas de la ciudad con menos coches.

Otra de las medidas para evitar el uso del transporte privado fue la incorporación de carriles bici desde O’Donnell hasta Madrid Río pasando por el centro de la ciudad, así como la puesta en marcha de Bicimad, el sistema de alquiler de bicicletas eléctricas que no ha dejado de sumar adeptos. Así, según los últimos datos, publicados por LA RAZÓN, el número total de abonados anuales ya llega a 46.424 y en los últimos meses, con la llegada del buen tiempo, se ha producido un aumento espectacular de la media de usos diarios de las bicis, hasta duplicarse desde marzo hasta superar los 10.000 usos diarios.