Política

Arganzuela

Adiós definitivo al remo en el río Manzanares

El próximo 26 de noviembre los remeros tendrán que abandonar el hangar de Madrid Río que, hasta ahora, les servía de sede de la escuela y donde se ejercitaban los alumnos desde que se les desahució del río Manzanares. Ya no hay vuelta atrás.

Además de material para remar, en el hangar que tienen que abandonar también están las máquinas con las que se ejercitan. Fotos: Alberto R. Roldán
Además de material para remar, en el hangar que tienen que abandonar también están las máquinas con las que se ejercitan. Fotos: Alberto R. Roldánlarazon

El próximo 26 de noviembre los remeros tendrán que abandonar el hangar de Madrid Río que, hasta ahora, les servía de sede de la escuela y donde se ejercitaban los alumnos desde que se les desahució del río Manzanares. Ya no hay vuelta atrás.

«El próximo 26 de noviembre se procederá a realizar una visita de comprobación de las instalaciones por los servicios técnicos de distrito y deberán entregar las llaves de la instalación». Con esta frase culmina la notificación de desahucio definitivo que ha recibido la Escuela de Remo de Madrid. No sólo han echado a los remeros del río Manzanares –al desembalsar la presa el pasado mes de agosto– , sino que ya ni siquiera pueden ejercitarse en el hangar que tenían en concesión por parte del Ayuntamiento desde noviembre del pasado año. Se cumple el periodo de concesión y desde el distrito de Arganzuela, que dirige la concejala antisistema Rommy Arce, no les han dado más opciones. «En la actualidad, el distrito está sustanciando un expediente para dar otro uso a la instalación», determina el documente que firma Bernardo Antonio Yuste, jefe de la Unidad de Actividades Culturales, Formativas y Deportivas de Arganzuela. Así se basa en dos apartados de la autorización que se les dio hace doce meses para solicitarles que abandonen las instalaciones. «El plazo vence el 26 de noviembre. En consecuencia, en dicha fecha, deberán cesar en la utilización de la instalación de remo». No les dejan opciones, ni hay vuelta atrás. «Nos han desahuciado definitivamente, este era el último paso que les faltaba por dar», explica Lola Sola, de la Plataforma en defensa de la Escuela Municipal de Remo, y madre de una de las jóvenes que, desde agosto, se entrena en el hangar al que ya no van a poder acceder. Y es que en esta instalación no sólo almacenan todo el material necesario para practicar este deporte, también tienen las máquinas de remo en seco.

Los ergómetros son los aparatos en los que se llevan ejercitando desde el verano. Sólo pudieron disfrutar del verdadero remo durante el mes de julio, cuando se reabrió la presa 9 y el agua estancada les permitió recuperar las paladas. Y ahora, ¿qué?

Ni la portavoz de la Plataforma lo tiene claro: «No tenemos ni idea de a dónde nos vamos a ir ahora. Lo que más nos preocupa es la escuela. ¿Dónde van a practicar los alumnos? Ya no pueden hacer ni remo ''indoor'' que es lo que estaban haciendo hasta el momento», explica.

El PP solicitó en el pleno de distrito del pasado mes de septiembre que el PP, «que la concejala presidenta –en referencia a Rommy Arce- cumpla el Acuerdo Plenario de octubre de 2016, aprobado por unanimidad, en el que la edil de Medio Ambiente y Movilidad afirmó que es compatible la renaturalización del río con mantener la práctica de remo». Carmen Castell, concejala popular, afirmó que «Carmena actuó con nocturnidad y alevosía, renovando en junio el convenio y desahuciando ahora a los remeros» a quienes, dijo, «manda a 70 kilómetros de Madrid». Sin embargo, finalmente, esta proposición se rechazó por mayoría, con los votos en contra del PSOE y Ahora Madrid, y a favor de Ciudadanos y Partido Popular.

Y es que la decisión de no permitir el remo en el río madrileño ha sido una decisión determinada por el Ayuntamiento sin tener en cuenta los compromisos previos que habían adquirido con este colectivo. ¿El motivo? Los grupos ecologistas insisten en que la zona embalsada en la que hasta ahora podía practicarse el remo no ayuda a la renaturalización del río, ya que «con el agua embalsada no resulta difícil mantener la fauna del lugar». Sin embargo, en informes previos se descartaba que esta actividad pusiese en peligro la existencia de las diferentes especies tanto de peces, como de plantas y de otros tipos de fauna.

El cerca del centenar de alumnas que, hasta el momento, practicaban este deporte van a tener que pensar en otra alternativa porque, por el momento, las únicas soluciones que les han dado desde el Ayuntamiento no son viables. La primera de ellas es desplazar la escuela al pantano de Valmayor donde, hace años «no nos autorizaron a realizar esta actividad», añade Sola. Y no sólo eso, este embalse está a unos 70 kilómetros de la capital, por lo que, es casi imposible que los alumnos puedan desplazarse hasta allí al salir de las clases. Podría ser una opción para los remeros adultos que simplemente quieran ejercitarse, pero no es una solución para la escuela.

La otra opción que se ha puesto encima de la mesa es que trasladen las clases al lago artificial de la Casa de Campo que, según afirmó el Consistorio, volvería a abrirse este mes. Pero, por el momento sigue sin agua. Otra opción, por tanto, que queda descartada.

Raquel, una de las alumnas de la escuela, tiene 16 años, y, junto a Nuria, es de las mejores estudiantes de su clase. «El remo no es sólo el deporte más completo, sino que también te crea un hábito, te da disciplina». No entienden por qué no les permiten seguir con él.