Comunidad de Madrid
Debate electoral: Aguado carga contra Gabilondo para liderar la derecha
La contraposición de ideas quedó en agua de borrajas en un cara a cara en el que los candidatos no sacaron todas sus armas ni lograron destacar sus propuestas para convencer a los indecisos.
La contraposición de ideas quedó en agua de borrajas en un cara a cara en el que los candidatos no sacaron todas sus armas ni lograron destacar sus propuestas para convencer a los indecisos.
El debate a cinco en la lucha por la Comunidad de Madrid se quedó en cacareo de programas con tibios rejones que llegaron de izquierdas y derechas, sin entrar en el cuerpo a cuerpo y en el que el más provocador resultó ser el candidato de Ciudadanos, Ignacio Aguado, que llegó al debate de Telemadrid cargado de fotos, como la que aparecían Pedro Sánchez y Pablo Casado, a los que llamó «Cum fraude» y «míster fake», para marcar la distancia con PP y PSOE sobre lo que su partido quiere para la Educación.Aguado llevó incluso el rollo que le arrojaron a la cabeza en el escrache que sufrió el viernes en el barrio de Lavapiés.
Además, no dejó de arremeter contra el candidato socialista, Ángel Gabilondo, en un claro intento de marcar el liderazgo del bloque de las derechas y tratar de desdibujar a la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, quien también focalizó principalmente su crítica en torno al candidato del PSOE, que no quiso entrar a fondo en los enfrentamientos y hasta llegó un momento en el que se sintió acorralado. Gabilondo apenas se defendió hasta que, claramente molesto, llegó a pedir un poco de mesura. «Hace poco era un extremista y ahora un insolvente», se lamentó, puesto que tuvo que responder hasta de su lalabor como ministro de Educación cuando estuvo en el Gobierno con Zapatero.
Ayuso la emprendió de lleno contra Gabilondo en su intento por dejar claro que hay dos bloques claramente diferenciados: el de la izquierda y el que ella lidera, «la única alternativa». Por eso, trató de diferenciarse de Ciudadanos en varias ocasiones tratando de dar una imagen de la formación naranja como aquella que ofrece alianzas en función de su conveniencia. «Su baile es como el de la yenka», dijo. Pero el portavoz de Cs no quiso soltarse del brazo de Ayuso: «ánimo, que podemos ganar, no somos adversarios».
Por su parte, una relajada Rocío Monasterio expuso sus propuestas una tras otra sin entrar apenas en la confrontación con el resto de candidatos, que también eludieron reaccionar a las medidas más polémicas contra las leyes LGTBIQ y la inmigración irregular, que la candidata de VOX recitó con parsimonia. Es más, Ayuso trató de reducir su partido casi a la insignificancia: «Algunos se disfrazan del PP, pero no lo son ni lo serán».
Ni siquiera la candidata que más posibilidades tenía de rebatir el discurso de Monasterio, la aspirante de Unidas Podemos IU Madrid en Pie, Isa Serra, quiso bajar a pelear al barro y centró sus ataques en el PP. Citó los casos de corrupción y la desigualdad de los gobiernos populares sin lograr siquiera que Ayuso levantara una ceja. También trató, sin éxito, de arrancar el compromiso a Gabilondo de que no pactará con Ciudadanos.
Llegados a los pactos, salvo Monasterio, que lanzó un guante a PP y Cs para que apoyen sus medidas contra la izquierda, ninguno quiso retratarse. La candidata popular insistió en que son la única alternativa. Aguado arremetió por última vez contra el PSOE de Gabilondo, que en lugar de protestar afirmó que no veta a nadie a la hora de formar Gobierno. E Isa Serra recordó, en la única alusión a sus contricantes ausentes de Más Madrid, que Podemos fue quien logró que haya posibilidades reales de un cambio de Gobierno en Madrid.
► Díaz Ayuso (PP): Se erige como única líder del centro derecha
Isabel Díaz Ayuso se presentó al debate con la lección bien sabida. «Hay dos modos de entender la vida: el liberal, el del PP, y el de la izquierda, el de los oprimidos». Y su mensaje giró todo el tiempo en tratar de marcar la diferencia, en dejar claro que ella es la líder del centro derecha y en marcar distancia con Ciudadanos. El otro mensaje que tenía que quedar claro era apelar a la confianza de aquellos votantes del PP que se fueron a Vox o aquellos anestesiados a los que trató de movilizar dando un mensaje claro: «Si la izquierda gobierna perderá Madrid; dividir el voto supondrá que gane». La tercera pata de su discurso fue defender su programa y cacarear su programa. Objetivo cumplido en el debate.
► Gabilondo (PSOE): Sin reacción frente a los rejones de la derecha
Ángel Gabilondo quedó arrinconado en un debate en el que le llovieron críticas por la izquierda y por la derecha y en el que hasta Unidas Podemos le pidió expresamente que se pronunciara sobre si pactaría con Ciudadanos en un hipotético futuro gobierno. Gabilondo no dio respuestas claras sobre cuestiones fiscales, como los impuestos, aunque llevaba aprendidas las cifras por la retahíla que dio. Se erigió como la persona «de consenso» para abordar el cambio que, a su juicio, necesita la Comunidad de Madrid, pero sin pasión alguna. La pobreza y la desigualdad, sus temas favoritos, centraron parte de su discurso y a penas tuvo capacidad de reacción para dar respuesta a lo suaves rejonazos que recibió.
► Aguado (Cs): Seguro y solvente en su ataque a la izquierda
Ignacio Aguado utilizó el debate como un trampolín para alzarse con el liderato del centro-derecha antes y después de las elecciones, gobierne o no. Para ello, utilizó –con más mesura que su presidente nacional, Albert Rivera– imágenes para provocar, con éxito, a los candidatos del PSOE y de Unidas Podemos IU Madrid en Pie. Vendió sus propuestas en todas las áreas sin dejar de contraponerlas a las de la izquierda y usó guante blanco con la candidata del PP a quien tuvo que advertir al final del debate que su adversario no es Ciudadanos sino PSOE y Podemos. Ignoró deliberadamente el discurso de la candidata de VOX e insistió en su confrontación con la izquierda cuando tocó hablar de pactos.
► Monasterio (Vox): Defensa sin rubor de sus políticas pro-españoles
Salvo cierto despiste al inicio y al final del debate, en los que notó su inexperiencia en la confrontación política de gran formato, Roció Monasterio dedicó su tiempo a recalcar las propuestas de VOX sin entrar en el ataque al contrario. Así, repitió varias veces su propuesta de recaudar 4.245 millones con la supresión de duplicidades y entes públicos, así como de derogar las leyes que permiten el «adoctrinamiento» de los niños en la aulas. Tranquila y confiada y con las respuestas preparadas para un enfrentamiento a sus propuestas que no se llegó a producir, defendió sin rubor las políticas contra la inmigración ilegal y los manteros que pretende poner en marcha en la Comunidad de Madrid.
► Serra (UP-IU-Mp): Dejó escapar a VOX y no logró irritar al PP
Mucho más tranquila al inicio que al final del debate, Isa Serra trató por todos los medios de atacar a la candidata del PP citando los casos de corrupción y las cifras de desigualdad de 24 años de Gobierno popular en la Comunidad de Madrid, sin lograr disturbar en ningún momento a Isabel Díaz Ayuso. También intentó, sin éxito, arrancar al candidato socialista un compromiso de que no pactará con Ciudadanos, cuyo candidato la distrajo exhibiendo su participación en un escrache a los bancos, lo que la dejó descolocada los últimos minutos. Lo llamativo fue que no aprovechó la oportunidad de contrastar con fuerza las propuestas de VOX sobre inmigración ilegal o adoctrinamiento LGTBIQ en las aulas.
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