Villanueva dimite para «aliviar la presión»

En la mente de todos estaba ayer la primera comparecencia del vicealcalde de la capital, Miguel Ángel Villanueva, apenas unas horas después de la tragedia durante la fiesta de Halloween en el Madrid Arena, cuando explicó que la empresa organizadora, propiedad de Miguel Ángel Flores, les daba el dato de que había habido 9.650 personas en el interior del edificio. A raíz de aquellas declaraciones, sobre el vicealcalde cayó un aluvión de críticas en las que se le acusaba de ser portavoz de Flores. Una presión que, finalmente, ha terminado con su dimisión de todos sus cargos, incluido el de concejal.

De hecho, se especuló con que ha sido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quien ha forzado la salida de su número 2, antes de que se reanude el proceso judicial sobre el caso. Aunque Villanueva ha desmentido este extremo tampoco ha querido aclarar si Botella intentó disuadirle de su decisión. La regidora participaba ayer por la tarde en el comité regional del PP cuando recibió una llamada tras la cual abandonó la sede del PP en la calle Génova con semblante preocupado.

Unas horas después, se anunciaba la dimisión del vicealcalde y el Ayuntamiento explicaba en una nota de prensa todos los cambios de gobierno que provoca. Incluyendo la supresión de varias concejalías y la creación de otras nuevas. Un «encaje» gubernamental que no parece improvisado, sino fruto de una larga reflexión.

Por su parte, Villanueva abandona el consistorio con la serenidad del que cree firmemente que ha cumplido su deber y es precisamente «serenidad» el motivo que esgrimió para justificar su abandono. «Creo que mi dimisión puede ayudar a serenar los ánimos, una vez concluida la comisión de investigación sobre el «caso Madrid Arena» y con unas conclusiones de esa comisión aprobadas en el último Pleno», apuntó.

Precisamente, el vicealcalde compareció a petición propia en la comisión de investigación para explicar su responsabilidad en lo sucedido, incluyendo los datos que aportó en la primera rueda de prensa. Al respecto, confesó que «probablemente no debería haber dado esos datos provisionales», pero reiteró que fueron los mismos que el empresario dio a la Policía Judicial antes que al consistorio. «No es justo que me hayan puesto de portavoz de la empresa pero el tiempo pone a cada uno en su sitio», sentenció.

Cuando se investigó la relación de Villanueva con Flores, salieron a la luz algunas fotografías de eventos en los que el vicealcalde posaba con el empresario hace casi una década. Sobre aquello, Villanueva puso sobre la mesa el hecho de que «nunca adjudicó nada a ninguna de las empresas de Miguel Ángel Flores» mientras fue delegado del Área de Economía y Empleo, cargo que ocupó durante ocho años, hasta que hace apenas 12 meses, fue nombrado vicealcalde, aunque sí tuvo relación con él como con muchos otros empresarios madrileños.

Fue su sustituto en Economía y Empleo, Pedro Calvo, el primer cargo municipal que dimitió apenas una semana después de la tragedia, cuando el Fiscal General de Madrid, Manuel Moix, anunció que declararía en el juzgado como imputado y no como testigo, como se le citó en primer lugar. De hecho, una de las primeras dudas que surgieron a raíz de la dimisión del vicealcade es si el juez Eduardo López-Palop le había citado como imputado, tal y como había pedido Manos Limpias como acusación popular. Sin embargo, Villanueva aseguró que no había recibido ningún aviso del juzgado y recordó que tampoco se ha hecho efectiva todavía la imputación de Pedro Calvo.

Ambos políticos formaron parte, hasta hace un año, del «núcleo duro» de Alberto Ruiz-Gallardón, a quien acompañaron desde la Comunidad de Madrid al Ayuntamiento, aunque el ahora ministro de Justicia prescindiese de ellos cuando pasó al Gobierno de Mariano Rajoy. Entonces la alcaldesa, Ana Botella, les rescató como «pesos pesados» de su Gobierno. Un equipo que ahora debe remodelar en su segunda crisis en apenas dos meses y en el que ya sólo queda Paz González como herencia del anterior alcalde.