Arquitectura que agota entradas

Madrid celebra la semana de sus edificios con un programa de actividades que repartió sus invitaciones en pocas horas. El Gimnasio Maravillas o La Vela del BBVA abrirán sus puertas hasta el 8 de octubre.

«No existe una ciudad bella sin edificios bellos, y en muy difícil que los edificios puedan florecer en un entorno urbano de mala calidad». La frase es del decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), José María Ezquiaga, un hombre al frente de un organismo que se prepara sin descanso para el que es sin duda uno de los periodos más ajetreados del año: la Semana de la Arquitectura, que este año afronta la decimocuarta edición. ¿El objetivo de la iniciativa? «Compartir la arquitectura y ser capaces de aprender de otros». Las lecciones de este año llegarán de la mano de París, la ciudad invitada en una edición que empezó ayer y cuyas acciones no pararán hasta el 8 de octubre.

El programa de actividades incluye visitas a edificios emblemáticos de la capital, algunos de ellos cerrados al público de forma habitual, itinerarios guiados por algunos de los lugares con más historia de Madrid, talleres para niños y un mercado de diseño. Ezquiaga espera que la capital se vuelque con la iniciativa, de momento los números le salen al COAM: 24 de los 25 paseos guiados programados agotaron la reserva de plazas disponibles en cuestión de horas, al igual que el cupo de visitas para más de una decena de los edificios que completan el catálogo.

«Vamos a intentar que las visitas se puedan prolongar a lo largo del año de forma periódica, porque se trata de una experiencia muy bella y que tiene mucha demanda», asegura Ezquiaga. Y es que la Semana de la Arquitectura es la única oportunidad que tienen muchos ciudadanos de conocer los entresijos de algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Algunos tienen años de historia entre sus muros, como el Banco de España o el Palacio de Liria, y otros son reflejo de la vanguardia, como la Ciudad BBVA.

«Por ejemplo, el Gimnasio Maravillas está abierto diariamente a escolares, familiares y docentes, pero no al resto de la ciudadanía», recalca el decano del COAM, que recuerda que la labor de guiar la visita y explicar la historia y los planos de los edificios correrá a cargo de miembros del Colegio y de estudiantes de Arquitectura. El Gimnasio Maravillas, en la calle de Joaquín Costa, es obra de Alejandro de la Sota Martínez, que en 1962 se hizo cargo de la ampliación del colegio.

Un encanto diferente tiene la Ciudad BBVA, un edificio que según José María Ezquiaga representa cómo una sede empresarial puede convertise en una pequeña urbe: «Es un nuevo concepto de oficina horizontal con espacios públicos en forma de plazas o calles en lugar de grandes pasillos e interminables cristaleras». El arquitecto suizo Herdog & de Meuron fue el encargado de darle forma al entorno en 2015, que se vertebra alrededor de La Vela.

Otros de los edificios que completan la oferta son el Palacio de Liria, el Cuartel General de la Armada, el Edificio Metrópolis, la Sede Cultural de la Embajada de Francia o la Fundación Fernando Higueras. Además, los 25 itinerarios programados recorrerán algunos de los puntos más célebres de Madrid Río, el Paseo del Prado o el parque el Capricho de Alameda de Osuna. El aforo de las visitas oscila entre las 15 y las 20 personas, unos límites que han sido marcados en función de la capacidad de los ascensores, de las escaleras o de la sensibilidad del propio edificio.

Recorridos aparte, otro de los puntos fuertes del programa es una exposición sobre la arquitectura madrileña de los últimos años. El viaje se hará a través de los 170 trabajos galardonados con los premios que entrega el Colegio de Arquitectos. «El efecto es espectacular, los madrileños deberíamos estar orgullosos de nuestros arquitectos al igual que lo estamos de nuestros cineastas o nuestros deportistas», apunta Ezquiaga.

Los niños también podrán jugar a ser arquitectos con talleres en los que podrán crear formas y construcciones con piezas y recortables. La oferta la contempla un mercado de diseño ‘Pop Arq Store’, en el que estarán a la venta pequeñas obras de arte en forma de piezas de artesanía, mobiliario o utensilios del hogar.