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Así son los más listos de la selectividad en Madrid

Por primera vez en la Comunidad, cinco alumnos empatan con la mejor nota. Han sacado un 9,975 sobre diez. ¿La clave de su éxito? Estudiar mucho, pero sin olvidar sus aficiones.

Cristina Ramírez (Liceo Sorolla), Santiago Herrero (Colegio Retamar) y Jaime Martín Lobo (CEU San Pablo de Montepríncipe)
Cristina Ramírez (Liceo Sorolla), Santiago Herrero (Colegio Retamar) y Jaime Martín Lobo (CEU San Pablo de Montepríncipe)larazon

Por primera vez en la Comunidad, cinco alumnos empatan con la mejor nota. Han sacado un 9,975 sobre diez. ¿La clave de su éxito? Estudiar mucho, pero sin olvidar sus aficiones.

La prueba de acceso a la universidad, la EvAU, ha dejado este año un resultado sorprendente en el ranking de los alumnos más listos. Por primera vez en la historia ha habido en la prueba un quíntuple empate exacto en primera posición con una nota de 9,975 sobre 10 puntos en la fase general u obligatoria. Todos ellos han sido los mejores entre los más de 30.000 alumnos que se presentaron este año a la prueba de acceso a la universidad.

Cristina Ramírez es una de estos cinco eruditos. Ella estudió Bachillerato en el Liceo Sorolla, uno de los centros de élite de la región. De hecho, su director, Juan Manuel Brusint, destacó ayer que, además del orgullo que siente por su alumna, a lo largo de los últimos 10 años siempre lleva a, al menos un alumno al acto de la Complutense que homenajea a las 100 mejores notas de la región.

La alumna explica a LA RAZÓN que se enteró de la noticia cuando estaba recibiendo un cursillo para sacarse el título de monitora de tenis. «Me llegó una llamada de mis abuelos a quienes les había llamado antes mi padre. Me quedé de piedra», afirma. Al ser preguntada sobre su hazaña, se mostró «emocionadísima» por el resultado en la prueba. «Todavía no soy consciente, no me lo creo», señaló la estudiante, quien añadió que se esperaba «una buena nota» pero no «sacar tanto». Sobre el futuro, la joven especifica que quiere hacer la carrera de Medicina, como su madre y su hermano mayor, aunque matiza que fue ella la que se decidió finalmente «el año pasado».

El secreto de su éxito radica en dedicar «muchísimo tiempo a estudiar», pero sin limitar sus dos grandes pasiones: la música y el deporte, tal y como explica su padre. «Es una gozada de niña, estamos super orgullosos de ella. No esperábamos tanto». En tono jocoso añadió que no consiguió arrastrar a su hija hacia la Ingeniería, su profesión.

Entre los alumnos modelo se sitúa también Santiago Herrero Tejedor, estudiante del colegio Retamar. El ya ex alumno del centro de Pozuelo de Alarcón se encuentra actualmente en Palestina realizando un voluntariado de tres semanas junto a varios de sus compañeros. Y es que, el alumno destacó que en el colegio les dan la opción de elegir un voluntariado en diferentes partes del mundo al finalizar la etapa escolar en lugar de irse de vacaciones. «Dormimos en el suelo con colchones en una residencia de unas monjitas y ayudamos en residencias, en monasterios...»

Sobre su resultado en la EvAU, Santiago afirmó que «más allá de la alegría» inicial de la nota está el «agradecimiento» que siente sobre el colegio por su dedicación» y también a su familia por inculcarle siempre «hábitos de estudio y trabajo». El estudiante explicó que de media dedicó entre dos y tres horas a estudiar cada día durante todo segundo de Bachillerato. Pero, al igual que en el caso de Cristina, su actividad no se limitó únicamente a estudiar. De hecho, tiene un grupo de música y es aficionado al pádel además de impartir clases a niños pequeños en ese deporte.

Su primera opción es cursar el doble grado de Derecho y ADE y compaginarlo sacándose al mismo tiempo la carrera de Filosofía. La motivación que le mueve a estudiar Derecho es «conocer en profundidad cómo funciona la sociedad para poder hacerla mejor». Sobre el punto de estudiar también Filosofía, Santiago afirmó que considera que «hay que formarse muy bien para dar lo máximo de nosotros para luego transmitir esos valores a la sociedad, al igual que lo han hecho conmigo», concluyó.

Por su parte, otro de los alumnos del quinto empate, Jaime Martín Lobo, alumno de 18 años del centro educativo CEU San Pablo de Montepríncipe, afirmó que sacar esa nota «cuesta», porque no «solamente» es necesario estudiar después de los globales, sino que se necesita mantener «una constancia durante todo el curso», para no verse «con el agua al cuello».

Jaime se enteró de la nota ayer por la mañana tras una llamada de su padre. «Me fui a jugar al tenis con mi hermana, y casi ni me acordaba que salían hoy las notas de Selectividad. Y justo me llamó mi padre y me dijo que la nota que había sacado estaba entre las más altas de todas las de Madrid. De primeras me sentí abrumado y también muy contento. Es gratificante ver que después de trabajar salen las cosas como uno quiere».

Sin embargo, Jaime lleva todo el curso de segundo de Bachillerato sin saber exáctamente qué quiere estudiar, y estas dudas se acrecentaron aún más durante la tercera evaluación. El alumno de la CEU San Pablo manifestó que «siempre ha querido ser ingeniero», y que «dándole vueltas» a la situación «últimamente» consideró que industriales es una opción dentro de las distintas ingenierías «genéricas» que le puede gustar «bastante». También Jaime agradeció a sus profesores, al colegio CEU San Pablo y a sus familiares por la ayuda para obtener esas notas, ya que «no se puede conseguir estando solo» y, además, esto «influye mucho en el rendimiento de una persona».

Álvaro Rodero, de 18 años, alumno del IES San Mateo, es otro de los cinco jóvenes que ha obtenido la mayor nota en la Evaluación para el acceso a la Universidad (EvAU). «No doy crédito, la verdad. Estoy muy contento y muy emocionado», declaró Álvaro a Efe tras conocer el resultado del examen. El estudiante del IES San Mateo ha cursado el Bachillerato de Ciencias y Tecnología con la modalidad de Dibujo y opinó que el Bachillerato es «más duro» en sí que el examen de Selectividad, ya que para esta prueba se preparó en las últimas tres semanas de manera «más tranquila» y salió «muy contento» de la prueba. Álvaro aún tiene dudas sobre la carrera que va a estudiar, pero dijo que le llamaba «especialmente» la atención el doble grado en Ingeniería Informática y Matemáticas.

El último alumno con mejor rendimiento académico procede del Instituto de Educación Atenea y realizó la prueba de Selectividad en la Universidad de Alcalá de Henares. Prefirió no hacer declaraciones.