Barcelona

Avenida de América ahorrará hasta siete minutos por autobús

Tras la finalización de las obras el intercambiador tednrá este aspecto
Tras la finalización de las obras el intercambiador tednrá este aspectolarazon

Entre cinco y siete minutos. Ése es el tiempo que se ahorrarán cada uno de los miles de madrileños que a diario usan los autobuses interurbanos o de larga distancia del intercambiador de Avenida de América. El ahorro de tiempo, y de incomodidades, se producirá a partir del próximo día 29, cuando estos vehículos comiencen a acceder a la nueva infraestructura que la Consejería de Transportes está terminando tras más de 20 meses de obras.

Se trata de la primera fase de la apertura de la reformada estación y, además de las ventajas de las que disfrutarán los viajeros de los autobuses, tendrá como consecuencia un tráfico más fluído en la zona y menos molestias de ruidos para los vecinos al no estar los autobuses en superficie.

De esta forma, los primeros en disfrutar de las ventajas de la nueva obra serán los usuarios de las rutas interurbanas que se dirigen a Paracuellos, Guadalajara, Meco o Torrejón, y los clientes que se desplacen largas distancias a Barcelona, Zaragoza, Tarragona... Uno de esos beneficios que con más claridad podrán disfrutar será la colocación de mamparas entre las zonas de viajeros y las dársenas de los autobuses. Así, se reducirá el ruido que habrá que soportar durante las esperas y se evitará la exposición directa al calor y los gases de los motores, entre otras comodidades.

Además, y cuando todo el proceso haya concluido, los 165.000 viajeros que cada día usan la estación disfrutarán de escaleras mecánicas más anchas para facilitar la comunicación entre las diferentes plantas, una nueva rampa de emergencia para autobuses y una estación reformada con la idea de que el tránsito y los transbordos se realicen de forma más rápida, cómoda y agradable.

Con la mejora de las instalaciones en el resto de las plantas, Avenida de América será un intercambiador más accesible, con transbordos más fáciles y con mayor capacidad tanto para viajeros como para medios de transporte.

Sin embargo, los autobuses de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) tendrán que esperar aún un tiempo para volver a recobrar la actividad habitual.

Una nueva cara en marzo

La plaza sobre la que se levanta el intercambiador habrá cambiado para entonces su aspecto, puesto que las obras de demolición de la estructura superior comenzaron ya el pasado jueves. Según la Consejería de Transportes, esos trabajos para tirar la estructura y recoger los escombros se prolongarán durante la próxima semana y, a partir de ese momento, comenzará la construcción del nuevo intercambiador, que terminará el próximo mes de marzo con la construcción de la nueva estación, cuya imagen simulada y características ya adelantó LA RAZÓN. La nueva plaza que nacerá del proyecto dispondrá de varios templetes desde los que habrá acceso al intercambiador.

Los 7.800 metros cuadrados que abarca el exterior de esta obra presentarán un considerable cambio respecto a la imagen que ofrecen ahora. Los camiones de arena, el polvo, las vallas y los cortes de tráfico dejarán paso a un área que incluirá cerca de 2.500 metros cuadrados de superficie peatonal, una presencia del arbolado considerablemente mayor y un sistema que tratará de aislar acústicamente la zona para evitar, en la medida de lo posible, los problemas de ruidos que los vecinos soportan en un nudo estratégico de la circulación madrileña.

El siguiente paso para el fin completo de la obra se producirá en el mes de junio de 2014. Será entonces cuando se finalizarán las obras en el primer piso y la infraestructura funcionará a pleno rendimiento. Además, se recuperará la actividad habitual de los autobuses y se procederá a una reordenación del comercio.

El coste de estos trabajos, según Transportes, asciende a 40 millones de euros.

La Comunidad ha logrado hacer todo este cambio sin cerrar en ningún momento las instalaciones y ofreciendo el servicio de las cuatro líneas de metro que confluyen en ese punto (4,6,7,9); las decenas de rutas de EMT que han seguido llegando tanto al exterior como al interior del mismo; así como las líneas interurbanas y de largo recorrido. Sin embargo, los plazos para los trabajos no se han cumplido.

La Consejería de Transportes, al inicio del proyecto, ya advirtió de que ciertos problemas de financiación retrasarían la ejecución de las obras y, por lo tanto, su finalización. Así, las obras comenzaron en noviembre de 2011 y su plazo inicial era de 20 meses, por lo que tendrían que haber acabado en el mes de junio de este año. Su finalización completa se retrasará, por lo tanto, alrededor de un año sobre lo previsto.