Irlanda

Ben Howard, surfear en la villa

El músico británico, ganador de dos Brit Awards trae su folk rebosante de buen rollo en su única fecha en España

Ben Howard
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Bosteza un par de veces al otro lado del teléfono mientras está contestando. Son las dos y diez de la tarde de un jueves y en Madrid acaba de entrar el verano, con algo de retraso. Es fácil imaginarase a Ben Howard, el último superventas británico a golpe de canciones surferas y buenrrollistas, en chancletas, con vaqueros y una camiseta ancha. «Pues no, aquí hace bastante frío. La verdad es que tengo ganas de ir a tocar a Madrid pero estoy asustado por el calor de julio. Allí vive mi hermana y algunos de mis amigos, y ya sé qué clase de temperaturas hace en verano en vuestra ciudad», asegura bastante afable. Su único disco, «Every Kingdom», estuvo 79 semanas en lo más alto de la lista de éxitos británica, surfeando la ola del «revival folk» con toneladas de canciones amables.

Le han comparado con Jack Johnson o Jason Mraz, ha teloneado a Bon Iver y a Mumford & Sons, pero él prefiere que le comparen con Ben Harper. ¿Es la oleada de «revival folk» una demanda de la gente, que busca filosofías de vida más sencillas? La primera en la frente: «No creo que hay un ''revival folk'' como dices. Me parece que se está exagerando un poco y metiendo en el mismo saco a gente que hace canciones de amor con guitarras acústicas».

Dicen que parte del grueso del nuevo disco que está a punto de publicar lo escribió en Irlanda, adonde huyó después de recibir dos Brit Awards, los galardones más importantes de la música en Reino Unido. ¿Fue una presión muy grande? «Desde luego. (Bosteza otra vez) Porque todo lo que subas a bordo de tu barca más te vale que lo necesites, o será una carga innecesaria –suelta, metafórico–. Y una de las consecuencias de los premios es que tienes que dedicar mucha atención a los medios, a las entrevistas y pasar mucho tiempo pesado haciendo esas cosas. Así que me fui a Irlanda a tocar la guitarra mirando al infinito, pero también escribí en México y en Australia y en la mitad de países de Europa...». Da la sensación de que es imposible escribir el tipo de canciones que él toca sumergido en los humos de la gran ciudad. «Es verdad que las canciones vienen naturalmente de las cosas que vives y de las historias que recoges en el camino. Yo trato de filtrarlas sin más», comenta. Seguro que en Madrid, tan de secano y tan apresurado, no le saldrían los mismos temas. «La verdad es que tengo muchas ganas de ir a Madrid a ver a unos cuantos amigos. Recuerdo que es una ciudad muy loca».

PARA NO PERDERSE

Teatro Circo Price

Dónde: Ronda de Atocha, 35.

Cuándo: 10 de julio. 21:00 horas.

Cuánto: 24 euros.