Madrid
Carmena crea un cuerpo de parados para limpiar y ajardinar
El Ayuntamiento pone en marcha un curso experimental en Vallecas con 60 desempleados de larga duración, que combina clases teóricas y prácticas durante nueve meses barriendo calles y acondicionando jardines a cambio del salario mínimo. El objetivo es extenderlo al resto de distritos
El Ayuntamiento pone en marcha un curso experimental en Vallecas con 60 desempleados de larga duración, que combina clases teóricas y prácticas durante nueve meses barriendo calles y acondicionando jardines a cambio del salario mínimo. El objetivo es extenderlo al resto de distritos
Primero propuso crear cooperativas de madres para que limpiaran los colegios de sus hijos, luego habló de crear un «servicio social de trabajo universitario» para que los jóvenes ayuden a barrer Madrid y lo último, concursos infantiles para recoger colillas del suelo. Manuela Carmena quiere que la ciudad esté limpia, pero no va a pagar más a las empresas concesionarias del servicio de limpieza. La alcaldesa de la ciudad se ha empeñado en hacerlo concienciando a la ciudadanía o con mano de obra barata, a juzgar por su última idea, que esta vez sí ha puesto en marcha. Se trata de un «cuerpo» de parados que de forma experimental limpian y ajardinan Madrid desde el 1 de diciembre por bastante menos dinero que un empleado del servicio de limpieza del Ayuntamiento. Son los primeros becarios de los cursos de formación de la Agencia para el Empleo de Madrid que el Ayuntamiento de Madrid ha iniciado de forma experimental en Vallecas para ayudar a solucionar el problema de la limpieza en Madrid y que «van intervenir sobre todo en espacios no contemplados en los contratos con las empresas», explica Francisco Pérez Ramos, concejal de Villa y Puente de Vallecas de Ahora Madrid.
Es en estos dos barrios es donde el Ayuntamiento ha iniciado el proyecto «¡Cuidamos Vallecas!» con los 60 primeros becarios, que trabajarán durante nueve meses y, que si se cumplen expectativas, se extenderá a otros centros ocupacionales del resto de distritos de la ciudad. «Esto va a significar un refuerzo importante, sobre todo en los distritos en los que tenemos urbanizaciones muy grandes, muchas antiguas promociones del IVIMA, que se construían con espacios interbloques que las concesionarias no limpian porque no está claro de quién es competencia», explica el concejal Pérez Ramos.
Por un «módico» precio de 648 euros brutos al mes (el salario mínimo), Carmena logra así aumentar el número de manos para dejar limpia la ciudad, una de sus promesas electorales que más se le está atragantando. La alcaldesa de Ahora Madrid se ha negado a aumentar la partida de las empresas concesionarias del servicio de limpieza y ajardinamiento que, tras la firma del último contrato con el Ayuntamiento que dirigía Ana Botella, se ahorraron un 20% en la concesión. En los últimos dos años estas empresas han prescindido de 2.400 de sus trabajadores, una reducción de plantilla que ha acabado repercutiendo en la limpieza viaria. Carmena llegó a un acuerdo en septiembre con las concesionarias, que han hecho desde entonces planes de limpieza intensivos en los barrios y que han anulado el ERTE.
Los barrenderos y jardineros en prácticas de Carmena llevan monos verdes y chalecos naranjas –en vez de amarillos como los de los barrenderos profesionales– apenas llevan unos días recibiendo la formación, tanto teórica como práctica, que les ofrece el curso.
«Hoy vamos a impartir una clase sobre los sulfatos», expone Gema Martín desde las aulas del Centro Ocupacional de Agencia para el Empleo de Villa de Vallecas, en el Camino del Pozo del Tío Raimundo. Desde allí, ella y Ana Olmos ejercen como profesoras del curso de formación de jardinería impulsado por la Junta de Distrito de Vallecas Villa y Puente, donde los 60 alumnos «experimentales» se formarán para ser contratados por la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid.
El programa de formación y empleo «¡Cuidamos Vallecas!» comenzó el 1 de diciembre y ha tenido gran acogida por parte de los desempleados de Vallecas. La demanda al acceso a este programa experimental, que como muchos de la Agencia para el Empleo les garantiza un salario mínimo durante nueve meses, alcanzó acerca de las 2.000 inscripciones, entre las que se realizó una criba para elegir a los 60 primeros alumnos. Los cursos son dos: uno para ajardinamiento y el otro para limpieza viaria y espacios industriales y en cada uno se formará a 30 desempleados de larga duración que finalmente recibirán un certificado de profesionalidad, bien de «Auxiliares en Viveros, Jardines y Centros del Jardinería» (para el que era requisito tener 30 años o más), o de «Limpieza en Espacios Abiertos e Instalaciones Industriales», para el que se requería una edad máxima de 20 años.
Formación mixta
La parte teórica se imparte en el Centro Ocupacional de Agencia para el Empleo de Villa de Vallecas y las prácticas, en las calles y jardines de su distrito. Por la parte práctica, son compensados con el salario mínimo interprofesional y la parte proporcional de la paga extraordinaria, según se expone en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid, que asciende a 648 euros brutos.
Las sesiones formativas tienen lugar de 8:00 a 15:00 horas en dos clases de 15 alumnos cada una. Acabadas las primeras 80 horas formativas saldrán a trabajar. «Seguimos el temario que obliga el certificado de profesionalidad: primero empezamos con el conocimiento de los distintos viveros que hay, de cómo son las instalaciones, las distintas áreas de un invernadero y cómo se colocan las plantas. Luego viene la parte de mantenimiento que se basa en el tratamiento que hay que desarrollar en función de las plantas producidas y acomodadas en los invernaderos: abono, poda, tratamiento fitosanitario y por último desarrollamos las prácticas», explican las profesoras del curso de jardinería.
Uno de los alumnos de esta formación es Austin Canoa, un joven desempleado procedente de Liberia del barrio de Entrevías. «Me apunté a través de la Oficina de Empleo municipal de mi barrio porque me hablaron de este nuevo curso. Me siento una persona con suerte por ser una de las 30 de las cerca de 2.000 que quisieron acceder a estos cursos. Además, ahora cuento con un contrato de nueve meses donde cobramos un salario de 645 euros brutos al mes. Este curso te ofrece un certificado que luego podrían abrirme otras puertas laborales», afirma Austin.
La formación se divide en tres módulos: el primero se basa en las operaciones básicas en viveros y centros de jardinería y el segundo es de mantenimiento, el tercero se basa en instalaciones. «La idea es que estas personas con la acreditación obtenida puedan acceder a empresas privadas, y esta formación podría facilitarles posteriormente la superación de oposiciones, dada la enseñanza que reciben», explica Gema Martín.
Para la concejal del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Carmena, Inés Sabanés, «lo principal es recuperar el valor de los espacios públicos y la capacidad de sentirlos como propios» y «conseguir una ciudad muy limpia».
Para Juan Carlos Mato, de la Agencia para el Empleo, se trata de un «proyecto muy ambicioso» que aúna las dos preocupaciones de los madrileños: «La limpieza y el desempleo». «Esperamos que éste sea el primer hijo de un primer proyecto que dé mucha mayor descendencia y se extienda a otros distritos», aseguró Mato a Ep.
Concienciación a mayores y niños
El proyecto «¡Cuidamos Vallecas!» que está siendo desarrollado por el consistorio, además de los cursos de formación de parados, contará con una campaña de «sensibilización y comunicación» con el objetivo de «que la ciudadanía recupere el respeto y el cariño por sus calles», según explicó Francisco Pérez Ramos, concejal de Puente y Villa. Para esta propuesta, Ahora Madrid plantea «desarrollar a partir del día 1 de enero casi 100 talleres de sensibilización en colegios, centros de mayores y asociaciones vecinales». Además, se lanzará una campaña de comunicación con carteles en comercios y farolas para concienciar a los vecinos.
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