Santo Domingo
Cerco al pirómano de la Sierra Oeste
Los Bomberos de la Comunidad de Madrid no paran este verano. Los incendios forestales de Valdemorillo el pasado día 8 y Almorox este martes –donde han estado apoyando activamente a los profesionales manchegos y estatales– les ha obligado a echar unas cuantas horas de trabajo luchando contra las llamas. Pero no sólo las imprudencias, como parece que fue el caso de unas obras de Valdemorillo, dan trabajo a estos profesionales y dañan al medio ambiente; también hay trastornados o gente sin escrúpulos que provocan el fuego intencionadamente. Es el caso del incendio detectado ayer en Navas del Rey, donde se detectaron siete focos simultáneos en una distancia de apenas 300 metros y en línea recta. El área, de alto valor medioambiental, está situado en un camino forestal a la altura del kilómetro 42 de la M-501, en una zona llamada La Pinarita, muy frecuentada por senderistas y vecinos de la localidad. La intención del pirómano era provocar el máximo daño posible, según los expertos. Además del daño ecológico y el peligro humano que suponía, ya que es una zona muy frecuentada, escogió a conciencia la hora para hacerlo (las 12:00 horas del mediodía), es decir, el cambio de turno de los agentes forestales que vigilan el monte madrileño, y aprovechando que había muchas dotaciones desplazadas a Almorox. Pero precisamente este último punto fue lo que dio al traste con sus intenciones porque los Bomberos de la Comunidad de Madrid apenas tardaron unos minutos en llegar al lugar, dada la proximidad con la localidad toledana de Almorox, donde estaban trabajando. En apenas media hora, los dos hidroaviones, tres helicópteros y ocho dotaciones de tierra desplazados al paraje, consiguieron acabar con las llamas. Fueron los vecinos quienes dieron la voz de alarma al teléfono de Emergencias 112 tras ver las llamas y columnas de humo y, además, a muchos de ellos han colaborado en la identificación del presunto pirómano. Los agentes del Seprona de la Guardia Civil, quienes también tienen esta temporada más trabajo por la cantidad de investigaciones de incendios abiertas, se desplazaron a la zona para localizar los focos, recoger muestras y analizar si hay acelerantes o retardantes. «Todas las líneas de investigación están abiertas y, por el momento, no hay ningún sospechoso principal», explicó ayer una portavoz del Instituto Armado a este diario. Sin embargo, fuentes que participan en la investigación del origen del fuego sospechan que puede tratarse del mismo pirómano que hace casi un año quemó 1.200 hectáreas en Robledo de Chavela. En aquella ocasión hubo seis focos, el lugar también era de complicado acceso y, de la misma forma que ayer, escogieron el cambio de turno de los agentes forestales para provocar el mayor daño posible. El consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria, explicó ayer que hay una «mala intencionalidad en cuanto a la propagación» y deseó que «recaiga sobre el culpable todo el peso de la Ley».
También en Alcorcón
El pirómano de Navas no es el único que hay en la región. En Alcorcón se ha extremado la vigilancia ante la oleada de incendios que han sufrido: cinco en la última semana. Aunque en esta ocasión no provoca daños ecológicos, sí ha mantenido en jaque a la Policía Municipal. El pasado 30 de junio la Policía Judicial detuvo a un ciudadano marroquí como presunto autor de un incendio de pastos en una parcela del Ensanche Sur, donde también se produjeron otros dos. El martes se produjo el último en un descampado de la zona de Santo Domingo. Investigan si hay más de un autor.
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