Miguel de Cervantes
Cervantes desentierra el necroturismo
Las Trinitarias se prepara para convertirse en lugar de peregrinación de los amantes de la literatura y del turismo de cementerios
Casi cuatro siglos después de la muerte del escritor español más importante de todos los tiempos, Miguel de Cervantes Saavedra, los amantes de la literatura y de la obra del autor de «El Quijote» podrán visitar su tumba y presentar sus respetos al célebre escritor. El pasado miércoles este periódico pudo confirmar a través del testimonio de los investigadores el hallazgo en el convento de las Trinitarias de los restos del el libro que ha sido traducido a más idiomas en el mundo, 48 en total, sólo por detrás de la Biblia.
Aunque el impacto del trascendental hallazgo aún está por calcular, sólo su búsqueda ya estaba generando una rentabilidad muy por encima de lo imaginado. Sólo en el último año, la repercusión de las noticias sobre las pesquisas de los investigadores que rastrean sus restos ha generado los beneficios equivalentes a los de una campaña de imagen de más de 16 millones de euros, cifra que supera con creces la inversión realizada por el Ayuntamiento de Madrid, que ha sido de unos 100.000 euros.
La tumba de Cervantes, que fue elegido el segundo personaje mas importante de la historia de España por detrás del rey Don Juan Carlos, pasará a convertirse en un lugar de obligada peregrinación para aficionados a la literatura y un punto de encuentro para los amantes del necroturismo, término que hace referencia al turismo de cementerios, y que al año genera una importante cifra de ingresos para las pequeñas empresas turísticas que ya ofrecen rutas específicas por los cementerios con precios que oscilan entre los 10 y los 15 euros y que todos los fines de semana solicitan decenas de personas.
Uno de los principales reclamos de estas rutas es el cementerio de los ingleses, que se encuentra en el distrito de Carabanchel, concretamente en el barrio de San Isidro, y que se creó para dar acogida a gente procedente de Inglaterra que tuviese otra confesión; allí se encuentran las tumbas de la familia Loewe, Lhardy, el fundador del Circo Price o los fundadores de la pastelería Embassy.Y es que en esa materia, nuestra región puede presumir de albergar las tumbas de grandes personajes de la historia de nuestro país.
Tumbas de grandes escritores
Aunque será la más importante, la tumba del manco de Lepanto no es la única que alberga los restos de algún literato importante. En la Comunidad de Madrid descansan algunas de las grandes plumas que ha dado nuestra literatura como Lope de Vega, enemigo declarado de Cervantes y que tuvo un final parecido, ya que fue enterrado en la Iglesia de San Sebastián, muy próxima al convento de las Trinitarias; el conde de Sessa pagó 700 reales por su funeral y entierro, pago que no debía ser suficiente, ya que los restos del escritor fueron arrojados a un osario común poco tiempo después. Muchas son las coincidencias en el destino final de estos dos escritores que tanto se odiaban, ya que la calle donde vivió y murió Lope de Vega se llama «calle de Cervantes» mientras que el convento de las Trinitarias, donde ha sido encontrado el padre del Quijote se encuentra en la «calle Lope de Vega». Además, cada uno tenía una hija y ambas ingresaron en el convento de las Trinitarias.
Otra de los tumbas ilustres que hay en nuestra región es la de Calderón de la Barca, cuyo destino también fue el menos deseable: después de que sus restos fuesen dando tumbos por toda la ciudad, finalmente terminaron en la Iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores, en la calle San Bernardo, pero el templo fue quemado y los restos del escritor siguen desaparecidos a día de hoy.
Francisco de Quevedo sufrió una historia similar a la de Cervantes. El gran enemigo de Góngora murió en Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, y aunque su voluntad siempre fue descansar junto a su hermana Margarita en el convento de Santo Domingo el Real de Madrid, la última voluntad del escrito no se respetó y los huesos del escrito, permanecieron en la iglesia de San Andrés de Villanueva de los Infantes, donde finalmente se perdieron. Años después, un equipo de once investigadores de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense acudieron al pueblo ciudarrealeño y lograron encontrar varios huesos del escritor que, como le ocurría a Cervantes, también tenía una lesión, en este caso en el fémur, lo que ayudó en gran medida a su reconocimiento.
En el cementerio de la Almudena descansa, junto con muchos personajes ilustres de nuestra historia, el autor de los Episodios Nacionales, Benito Pérez Galdós, cuyo cuerpo fue embalsamado por su amigo el doctor Gregorio Marañon.
La rentabilidad en datos turísticos que la tumba de un escritor famoso puede traer a una ciudad es muy importante. De hecho, la Junta de Andalucía lleva años reclamando que los restos del escritor sevillano, autor de «Campos de Castilla», sean trasladados a Sevilla, su ciudad natal. Y es que Antonio Machado descansa en Coilloure, un pequeño pueblo francés, y su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación política, ya que fue un símbolo del exilio republicano. Además, la tumba de Machado, que fue, además de escritor, un santo laico español, recibe tal numero de visitantes que le llevan cartas con todo tipo de plegarias (trabajo, salud, amor...) que sus admiradores venidos de muchos puntos de Francia y España le dejan. Tanto es así, que el Ayuntamiento de Coilloure ha tenido que instalar un buzón para el aluvión de misivas a Machado.
Pero los amantes del necroturismo no solo visitan tumbas de escritores. El cementerio de la Almudena es el campo santo que más personajes famosos tiene por metro cuadrado. Por ejemplo, Enrique Tierno Galván, quien fue alcalde de Madrid, o Dolores Ibárruri, «La pasionaria» . Uno de los lugares más visitados en este campo santo es el mausoleo de la familia Flores-González, donde descansan los restos de «la faraona», la cantante de copla Lola Flores, o la cantante Cecilia, cuya tumba para muchos es difícil de encontrar, ya que en realidad se llamaba Evangelina Robledo Galanes. Esta lápida guarda una bonita historia, ya que cada 9 de noviembre muchos de sus admiradores acuden a dejar a los pies de su tumba un ramito de violetas en homenaje a uno de sus grandes éxitos.
Una sepultura especial y con acceso directo para el autor de «El Quijote»
Una vez identificados los restos de Miguel de Cervantes en el Convento de las Trinitarias Descalzas, el siguiente paso será ceder un espacio especial y que esté a la altura del autor de «El Quijote» para que la legión de admiradores del escritor pueda visitar su tumba. Las monjas de clausura que habitan el templo llevan una vida recogida; de hecho, pidieron que los trabajos de excavación no comenzaran hasta pasadas las Navidades para que no alteraran demasiado su tranquila cotidianidad. Precisamente para respetar su clausura podría habilitarse un acceso directo desde la calle a la cripta donde se encontraron los restos del escritor, que se prevén que visiten miles de personas.
La Almudena, en la ruta europea
El cementerio de la Almudena, que tiene 125 años de historia, es el campo santo mas importante de nuestro país y el más grande de Europa Occidental. Es además una de las paradas que propone la Ruta Europea de Cementerios. Este itinerario abarca a 20 paises diferentes e incluye a 63 cementerios, de los cuales, 18 son españoles y de los que La Almudena es el único de la Comunidad de Madrid. Esta ruta obtuvo en 2010 el reconocimiento como Itinerario Cultural del Consejo de Europa, que es un sello de calidad concedido a aquellas rutas que aglutinan valores culturales y sociales.
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