Educación
Cifuentes abrirá comedores escolares también en Navidad y Semana Santa
El consejero de Educación, Rafael Van Grieken, avanza que los alumnos recibirán formación en alimentación saludable
La atención a los menores en riesgo de malnutrición fue uno de los debates más candentes durante la campaña electoral y la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, se comprometió a abrir los comedores escolares para que ningún niño tuviese problemas para alimentarse cuando acabasen las clases. A contra rreloj, habilitaron plazas en las actividades veraniegas de los colegios e institutos para que los menores afectados pudiesen disfrutar de una comida saludable mientras reforzaban el inglés, hacían deporte y aprendían cosas nuevas.
Unas medidas extraordinarias de las finalmente se beneficiarion unos que 640 niños, muchos menos de los que los apocalípticos discursos electorales auguraban pero por los que «vale la pena poner en marcha una iniciativa así». Es por ello que, según anunció en una entrevista a LA RAZÓN el consejero de Educación, Juventud y Deporte, Rafael Van Grieken, el Gobierno regional «trabaja para cubrir también Navidad y Semana Santa». Además, su área trabajará en colaboración con la Consejería de Sanidad para fomentar la alimentación sana entre los escolares. «No se trata de prohibir la bollería industrial sino de ofrecer alternativas saludables, asequibles y atractivas, así como de que los estudiantes sepan qué sucede si comen una cosa o la otra», señala el consejero.
Con tres grandes proyectos de legislatura: un pacto por la educación, una nueva ley de universidades y una estrategia de inversión en I+D+i para alcanzar el 2% del PIB madrileño, Van Grieken ha empezado el curso con una crítica feroz a la rebaja del diez por ciento en las tasas universitarias y a los 525 nuevos profesores, medidas calificadas como insuficientes por la oposición y los sindicatos, que ya amenazan con volver a sacar la marea verde a la calle. «Es una rebaja que no es tan pequeña al final, serán entre 200 y 400 euros que dejará de pagar cada estudiantes y que suman 40 millones que habrá que restituir a las universidades», reclama, y anticipa que la intención de Cifuentes es seguir avanzando en esta línea y, en la medida en que la situación económica lo permita, seguir bajando las tasas.
En cuanto a la incorporación de nuevos profesores, el consejero recuerda que «estamos hablando de 1,4 millones de euros anualmente», porque son docentes que se pretende se consoliden como parte de la plantilla de la Educación Madrileña. «No estamos hablando de recortes, ya se olvidó esa palabra. Estamos incorporando profesores de más al sistema, por eso el discurso tiene que empezar a cambiar», señala. Además, Van Grieken recuerda que en aplicación del decreto de racionalización del gasto educativo de 2012, una vez eliminados los límites en las tasas de reposición se anula también la posibilidad de que se ampliara en un 25% el número de alumnos por clase. A partir del 1 de enero se reducirán las ratios de ocupación de las aulas y en el curso 2016-17 ya habrá más holgura presupuestaria para atender las necesidades de colegios e institutos.
Pese a que todavía no hay capacidad económica para muchas alharacas, el consejero asegura que ya se están dando pasos para mejorar la calidad educativa, como son los 4,5 millones de euros invertidos en una convocatoria de investigación en ciencias sociales y humanidades, el observatorio del acoso escolar –en el que se incluye la obligatoriedad de que los inspectores revisen la existencia de un plan de convivencia en los centros– o las nuevas plazas de atención a alumnos autistas.
Igualmente, Van Grieken avanzó los proyectos de futuro de su área, que incluyen extender las iniciativas con mejores resultados de los quince institutos de innovación al resto de centros, de modo que, gracias a las nuevas tecnologías aplicadas en el aula no sólo aprendan mejor los alumnos sino que «será mucho más fácil para las familias actualizar los libros de texto».
«No es una auditoría al bilingüismo»
El consejero de Educación, Rafael Van Grieken, asegura que la evaluación del programa bilingüe no es «una auditoría» al sistema que puso en marcha Esperanza Aguirre sino que, al contrario, lo que se busca es demostrar el éxito del mismo en el resto de materias además del inglés, que ya se evalúa por parte de instituciones extranjeras. «Este año los niños que empezaron el programa bilingüe en primero de Primaria harán las pruebas de acceso a la Selectivad y así podremos comparar cómo han aprendido tanto las asignaturas que se dan en español, como aquellas que se imparten en inglés», explicó.
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