Puente de Vallecas
Cinco detenidos por la quema de contenedores
Los sindicalistas de las empresa de limpieza trataron de hacer un escrache a Botella. La basura sigue acumulándose
MADRID- No es fácil para un barrendero salir a trabajar estos días. A la angustia de no saber si pasarán a engrosar las listas del paro, se une la ingente cantidad de basura que tienen que recoger cuando salen a cumplir los servicios mínimos. Han cambiado la escoba por la pala y, aún así, es imposible dar abasto. «Así no podemos seguir. No nos queda otra que hacer esto, pero que no hablen tanto del turismo o los comerciantes porque a ellos no les va a pasar nada. Quienes nos vamos a la calle somos nosotros y también somos nosotros los que tenemos que ir recogiendo todo esto. Nadie más. Y es agotador física y psicológicamente». Prefiere no dar su nombre pero es uno de los empleados de la limpieza viaria al que ayer le tocó cumplir los servicios mínimos establecidos por el Ayuntamiento para el turno de la mañana: acudieron a su puesto de trabajo, según el Ayuntamiento, el 99,8 por ciento por ciento de los trabajadores. Las mismas fuentes aseguran que, de esos empleados, pudieron salir de los cantones en algún momento del día un 77,3 por ciento, aunque la mayoría tuvo dificultades y, finalmente, sólo un 63,6 por ciento de los servicios mínimos pudo trabajar. Las amenazas siguen impidiendo desarrrolar con normalidad las labores de limpieza, según las mismas fuentes. Y es que, la radicalidad de estas protestas sigue siendo la protagonista. Los sindicatos se desmarcaron desde el primer día de las acciones violentas, pero individuos que la Policía no vinculó con ningún grupo radical siguen actuando de forma sistemática volcando papeleras, rompiendo bolsas de basura para esparcirla y quemando contenedores. La madrugada de ayer, quizás por ser viernes noche, fue especialmente violenta. La Policía Nacional detuvo a cinco individuos e identificó a otros tantos por quemar contenedores y tirar basuras en Puente de Vallecas (cuatro de ellos) y otro en Arganzuela. Se trata de Miguel C.B. (arrestado en Arganzuela sobre las 4:30 horas) y de Alberto H.L., Sara F.B., Rafael M.R. y José Tomás P.B, arrestados en Vallecas sobre las seis de la madrugada. Todos tienen entre 21 y 30 años y ninguno de ellos forma parte de piquetes de trabajadores de limpieza urbana y jardineros en huelga, según la Jefatura Superior de Policía.
Les incautaron «mecheros y rotuladores», según la Policía, que les puso a disposición del juez de guardia. Éste, tras tomarles declaración, les dejó en libertad. Esa noche pudieron salir a trabajar el 84,5 por ciento del 99,5 por ciento de los empleados que acudieron a su puesto. Pero la presencia de piquetes, según fuentes smunicipales, sólo permitió trabajar al 70,2 por ciento de ellos. Y es que, se quemaron ocho puntos de contenedores por la ciudad.
Además de estos daños, la Brigada de Información de la Policía Nacional tenía constancia de la intención del ala más radical de los sindicalistas de acudir la mañana de ayer a hacer un «escrache» a la alcaldesa de la capital. Sabían que Ana Botella acudiría a la homilía que se iba a celebrar en la Plaza Mayor con motivo de la festividad de Nuestra Señora de La Almudena y pretendían boicotear el acto religioso. Quizás la gran presencia policial que la Delegación del Gobierno instaló en ese punto de la ciudad ayer para garantizar la segurida de todos, hizo a los ideólogos del escrache echarse para atrás y finalmente no sucedió nada. Botella ya se reunió el pasado viernes con las empresas adjudicatarioas del contrato municipal del servicio de limpieza viaria y jardinería (Valoriza, OHL y FCC). La alcaldesa presionó para que trataran de llegar cuanto antes a un acuerdo con los empleados y zanjar de una vez esta huelga que tanto daño está haciendo a vecinos y comerciantes. El mes que viene también las sancionará por incumplimiento de los estándares establecidos.
Uniformes de invierno para algunos
Uno de los motivos que alegaban los sindicatos para explicar por qué no salían los servicios mínimos a trabajar era que las empresas no les habían dado la ropa de trabajo de invierno. Ayer, muchos barrenderos estrenaron prendas pero no todos los empleados tienen el uniforme invernal, según denunciaron. Sin embargo, otras fuentes destacaron que en realidad los piquetes informativos amenazan en los cantones para que no se cumplan los servicios mínimos y, mientras, desarrollan su labor con pintadas en los carros o robos de material.
✕
Accede a tu cuenta para comentar