Ahora Madrid
Comienza la legalización de las casas okupa
Los antisistema empiezan a recibir cartas invitándoles a convertirse en asociación y obtener la licencia para evitar el desahucio. Los okupas se rebelan ante la propuesta de Carmena para «disciplinarse»
Los antisistema empiezan a recibir cartas invitándoles a convertirse en asociación y obtener la licencia para evitar el desahucio. Los okupas se rebelan ante la propuesta de Carmena para «disciplinarse»
Ya pasó con las plataformas antidesahucios, los sindicatos o los manteros. Los guiños de Manuela Carmena a muchos de los colectivos sociales que la encumbraron le están saliendo rana. El último caso, el de los okupas. La Enredadera, una casa usurpada en Tetuán desde hace ocho años, le ha declarado la guerra a la alcaldesa de Madrid. El motivo: Carmena quiere regularizarles. Según informaron ayer desde esta casa okupa, situada en la calle Anastasio Herrero, el Ayuntamiento de Madrid les ha remitido una carta en la que les invita a regularizar su situación o, de lo contrario, les advierte de que serán desalojados. El ofrecimiento, según los okupas, consiste en presentarles las vías legales que hay para poder permanecer en el inmueble; un extremo que los antisistema han rechazado y han criticado duramente por considerar que «nos quiere domesticar».
La Enredadera lanzó ayer un comunicado en el que explicó que «en este verano de 2016, como a otros centros sociales de la ciudad, nos ha llegado la “represión” administrativa por parte del Ayuntamiento de Madrid. Mediante una carta proveniente del “departamento de disciplina” nos piden, con amenaza de cierre, que rellenemos una serie de papeleos para disciplinar nuestros proyectos». Según aseguraron fuentes de estos colectivos antisitema, «el Ayuntamiento nos está requiriendo licencias de actividad y la constitución del colectivo en asociación, amenazándonos con desalojar los centros en el caso de que se incumplan estos requisitos».
Los colectivos okupas, liderados por La Enredadera, no han tardado en responder al ofrecimiento de la alcaldesa con una campaña que ayer se convirtió en «trending topic» en Twitter bajo el hastag #LaEnreNoSeToca.
«Ni que decir tiene que declinamos su invitación. La Enre no se toca», respondieron a Manuela Carmena en innumerables tuits. La campaña en las redes sociales fue apoyada por asociaciones y colectivos sociales, como la PAH o Democracia Real Ya, y también contó con acciones en la calle, sobre todo en el barrio de Tetuán, donde se encuentra La Enredadera, y que ayer amaneció empapelada con carteles reivindicativos contra la carta del Ayuntamiento.
Los guiños de Manuela Carmena a los okupas comenzaron desde la construcción de su propia candidatura al Ayuntamiento de Madrid el pasado año. Bajo las siglas del partido Ahora Madrid, que ella lidera, Carmena arropó a diferentes miembros de colectivos antisistema. El caso más conocido es el de Celia Mayer, la concejal del Área de Cultura, responsable de la cabalgata, los titiriteros o la memoria histórica y activista del movimiento okupa del Patio Maravillas, y Guillermo Zapata, el polémico edil más conocido por sus tuits con «chistes» sobre las víctimas del terrorismo o los judíos, que precisamente fue juzgado esta primavera por usurpar un inmueble con el mismo colectivo del Patio Maravillas.
Sólo a los pocos meses de llegar al Palacio de Cibeles, la alcaldesa ya afirmó que iba a buscar la fórmula para legalizar estos movimientos que usurpan propiedades privadas. La vía para la regulación de los movimientos okupas que coordinan los llamados centros autogestionados, como La Enredadera, llegó el pasado mes de marzo con la aprobación en marzo de este año de un nuevo marco regulador para la cesión de espacios públicos a entidades asociativas.
El Área de Coordinación Territorial del Ayuntamiento, que dirige el concejal Nacho Murgui, fue la encargada de diseñar los nuevos criterios para la cesión de inmuebles de propiedad municipal a asociaciones y colectivos sociales. Unos criterios que rechazó la oposición porque «favorecían a colectivos okupas» asentados en Madrid desde hace años en lo que llaman «centros autogestionados» como el Patio Maravillas, La Enredadera, La Morada, la Traba o La Dragona.
Y es que, el Gobierno municipal aprobó que el Consistorio ofrecería diferentes espacios públicos disponibles a las asociaciones que cumplieran unos requisitos. El Ayuntamiento les exige que figuren en el Registro como asociación, un trámite que los colectivos okupas, –la mayoría de corte antisistema– se niegan a llevar a cabo. El primer criterio a la hora de adjudicar los espacios públicos disponibles es con el nuevo reglamento el arraigo y la labor desarrollada por dicha asociación en el ámbito de proximidad del distrito, un criterio que desde la oposición consideran que es «arbitrario» y que por tanto puede servir para favorecer a este tipo de colectivos radicales. Sin embargo, ayer lejos de aplaudir el guiño, los okupas calificaron el ofrecimiento como una «traición».
Quinta «traición» del Gobierno del cambio
Las críticas de los okupas de La Enredadera es ya la quinta protesta de los colectivos sociales por la «traición» del partido que respaldaron en las pasadas elecciones municipales. Los primeros en recelar y, posteriormente, rechazar las políticas del «Gobierno del cambio» de Manuela Carmena fueron la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) y otros colectivos antideshaucios, puesto que las medidas que puso en marcha Ahora Madrid se relevelaron inútiles contra la mayor parte de alzamientos y porque la Policía Municipal continuó respaldando la acción de los secretarios judiciales que ejecutaban los desahucios. A continuación fueron los sindicatos, especialmente los de limpieza, al no conseguir resolver desde el Área de Medio Ambiente que dirige Inés Sabanés, los problemas de suciedad por la falta de personal, pese a haber negociado la reversión del ERTE. Precisamente por la limpieza, varias asociaciones de vecinos ya se han postulado en contra del consistorio madrileño debido a la falta de acciones eficaces. Esta semana, los vecinos de la Asociación Vive Entrevías reclamaron al concejal de Puente de Vallecas, Francisco Pérez, que solucionase la acumulación de basura y malos olores en el barrio. Quejas que se multiplican entre los habitantes del distrito Centro. También se han revelado los colectivos de manteros que, respaldados por Ganemos –una de las facciones que se presentó a las elecciones junto a Carmena en Ahora Madrid–, critican las acciones de la Policía Municipal para acabar con el aumento de top manta en las calles más céntricas de la ciudad.
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