Política

Congreso de los Diputados

De candidatos y díscolas

Ana Botella, Cristina Cifuentes e Ignacio Astarloa acudieron a escuchar el discurso de González
Ana Botella, Cristina Cifuentes e Ignacio Astarloa acudieron a escuchar el discurso de Gonzálezlarazon

A pocos meses de unas elecciones, el último gran debate de una legislatura tiene siempre un aire a despedida. El próximo, en 2015, tendrá, previo paso por las urnas, caras nuevas entre los diputados –el número también se reducirá notablemente si sale adelante la reforma que impulsa el jefe de la bancada del PP, Henríquez de Luna– y, puede que también en la tribuna de invitados. Allí nadie quiso ayer perderse el discurso de Ignacio González. Con la sombra de las autonómicas y municipales tan cerca, el debate en torno al baile de aspirantes sobrevoló muchos corrillos. Coincidieron en la Cámara de Vallecas varios de los «candidatables» a hacerse con el bastón de mando de la capital. La gran ausente entre los nombres que integran estas quinielas fue Esperanza Aguirre, que no acudió a l debate por segundo año consecutivo. Sí estuvieron, en la grada, dos de las políticas que suenan para la misión de conservar la ciudad de Madrid en manos «populares»: la delegada del Gobierno y la actual alcaldesa. «Yo trabajo todos los días para los madrileños desde el día que tomé posesión como alcaldesa y así lo haré hasta el final». Así zanjó Ana Botella las preguntas sobre esta cuestión. Acompañada por varios miembros de su equipo, Botella sí puso en valor que González haya subrayado varias veces públicamente su deseo de concurrir como candidato a las autonómicas. También presente, éste en su escaño, el diputado Antonio Miguel Carmona, uno de los que más suenan para liderar la lista del PSOE en la capital. Y hasta que hoy lleguen los reproches y la más que probable bronca entre los grupos, llamó la atención la cordialidad entre el presidente regional y el líder de la oposición, Tomás Gómez, y los portavoces de los demás grupos. También acudieron a Vallecas los secretarios generales de los dos grandes sindicatos, José Ricardo Martínez y Jaime Cedrún; miembros de la Judicatura, de la política y personalidades del ámbito social como el padre Ángel, de la ONG Mensajeros de la Paz. Uno de los cambios con respecto al debate de años anteriores había que buscarlo en el exterior del Hemiciclo, en la cafetería. Su cierre –el empresario responsable de su explotación hasta ahora, Arturo Fernández, fue otro de los grandes ausentes– se dejará notar especialmente hoy, con motivo de la maratoniana jornada de intervenciones y de debate y votación de conclusiones que se espera. Muchas miradas también estuvieron pendientes de la diputada Teresa Gómez-Limón, tras anunciar en la previa su abandono del PP. Ayer, tuvo que seguir el Pleno desde su escaño, flanqueda por diputados del partido del que ahora reniega. Fue la única de su grupo que no aplaudió las palabras de González. Al acabar la sesión, buscó «refugio» en tres diputadas socialistas. Quiso, no obstante, dejar una cosa clara a los medios: no renunciará al acta de diputada.