Interior

Detenidos tres «antifascistas» por delitos de odio

Por primera vez, la Brigada de Información imputa por este motivo a radicales de izquierda. Fueron detenidos ayer por una agresión al colectivo Hogar Social en agosto. La Fiscalía prevé pedir hoy medidas cautelares contra ellos

Los «antifascistas» se habían librado hasta ahora de un delito que era considerado de neonazis porque se solía imputar por xenofobia
Los «antifascistas» se habían librado hasta ahora de un delito que era considerado de neonazis porque se solía imputar por xenofobialarazon

Por primera vez, la Brigada de Información imputa por este motivo a radicales de izquierda. Fueron detenidos ayer por una agresión al colectivo Hogar Social en agosto. La Fiscalía prevé pedir hoy medidas cautelares contra ellos

Hasta hoy, el delito de odio siempre se había imputado a individuos de ideología neonazi por agresiones a personas de ideología, raza, orientación sexual o religión contraria a ellos, pero esta mañana, por primera vez, tres individuos de corte «antifascista» pasarán a disposición judicial tras ser detenidos la madrugada de ayer por agredir el pasado 14 de agosto a varios miembros del colectivo Hogar Social por ser de tendencia fascista al simpatizar con el partido ultraderechista Movimiento Social Republicano (MSR). Así, la Policía Nacional los presentará ante el juez como autores, presuntamente, de lesiones, riña tumultuaria y delito de odio. La agresión ocurrió el pasado 14 de agosto a las puertas del Mercadona de la calle La Oca de Carabanchel. Entre las acciones del colectivo Hogar Social, que nació algo más de un año atrás en Tetuán y hace una semana okupó su cuarto inmueble –en Joaquín Costa, 43, que fue sede del No-Do–, se encuentra el «mercadillo solidario», que consiste en recoger, a las puertas de supermercados, alimentos que el colectivo repartirá a personas con dificultades económicas sólo de origen español. Pero los «antifascistas» no toleraron que instalaran este tenderete en Carabanchel, un barrio obrero y con gran porcentaje de inmigración. Sobre todo porque unos días antes habían realizado la iniciativa en el mismo lugar y acabaron a la gresca.

Provocación

Así, el regreso de Hogar Social al mismo escenario fue interpretado por los «antifascistas» como una provocación que no iba a quedar sin respuesta y, vía redes sociales, citaron a sus simpatizantes para que acudieran a «reventar» la inciativa «fascista y xenófoba». Dicho y hecho. Reventaron el acto y se produjeron de nuevo agresiones, pero, al igual que en la ocasión anterior, a la llegada de los agentes policiales ya no quedaba nadie en el lugar. Sin embargo, tres días después se produjo un encuentro «fortuito» entre integrantes de ambos bandos en la calle del Ferrocarril (Embajadores) alrededor de las 20:00 horas. Concretamente, se trataba de miembros de Hogar Social y «red skins», según fuentes policiales. Tras increparse comenzó la pelea. Hubo lanzamiento de sillas y mesas de negocios hosteleros cercanos, palos, piedras, botellas... y todo lo que encontraron a su paso. Hubo algunos neonazis contusionados y los agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional practicaron 14 detenciones de ambos bandos. Alrededor de las 6:00 horas de ayer, los agentes de la Brigada de Información practicaron las detenciones de los tres agresores e informaron a la Fiscalía de Menores de un cuarto agresor.

Se trata de tres individuos «red skin» en torno a los 20 años y que no están vinculados a ningún colectivo específico, simplemente «militan» en el antifascismo y acuden a las convocatorias que realiza la Coordinadora Antifascista, según fuentes policiales. Dos de ellos residen en Madrid capital y el tercero en la localidad de El Álamo. La operación se ha hecho en todo momento de la mano de la Fiscalía Provincial de Delitos de Odio y Discriminación. Y es que para que a estos tres individuos les hayan podido imputar este delito, que contempla penas mayores desde la última reforma del Código Penal, deben cumplir una serie de requisitos. Uno de los requisitos que debe cumplirse en el Protocolo de Delitos de Odio que tiene que seguir la Policía en estos casos es, por ejemplo, tener antecedentes por delitos similares. Todos habían sido detenidos con anterioridad por riñas del estilo y uno ellos, de origen magrebí, también por apuñalar a una persona que creía que era de ideología neonazi. Pero se confundió, según las mismas fuentes.

El pasado mes de diciembre, la Secretaría de Estado de Seguridad, de Interior, ya anunció la puesta en marcha de un protocolo unificado de actuación para Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para los delitos de odio y otras conductas discriminatorias.

Condenas de hasta cuatro años de prisión

No se trata sólo de grupos de música con letras xenófobas, nazis tipo Hammer Skin con la habitación forrada de banderas nacionalsocialistas o cabezas rapadas que agreden a un negro o un homosexual. El delito de odio también será aplicado ahora a aquellos que dicen luchar en nombre de la clase obrera y que son capaces de linchar hasta la muerte a un ultraderechista por el mero hecho de serlo. Fue el año pasado cuando se crearon 52 fiscalías provinciales que persiguen estos delitos y la nueva reforma del Código Penal (CP) los castiga y tipifica de forma más específica aunque también pueden quedar en infracción administrativa según la tipología de las conductas. Éstas se han modificado en el nuevo CP para adaptarlas a la jurisprudencia del Constitucional. Así, el artículo 510 castiga con una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses a los que fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión, creencias...